NOTA DEL PORTAL: El distinguido jurista santandereano doctor Eduardo Pilonieta Pinilla ha escrito en su columna de Vanguardia Liberal sobre un tema de capital importancia y que nosotros, más a espacio y con referencia a la rama que ejercemos, esto es, el Derecho Administrativo, venimos desarrollando desde hace algún tiempo en un libro próximo a ser publicado y que se titula ARENAS MOVEDIZAS. De cómo en Colombia los derechos de las personas se hunden en los vaivenes judiciales.
Con la venia del doctor Pilonieta y del diario, publicamos su atinado comentario y nos alegra que coincidamos con el destacado colega y amigo en esta enorme preocupación común que nos asiste, a él, por supuesto, con relación al Derecho Laboral, área en la que es una autoridad.
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Una justicia vacilante.
Por Eduardo Pilonieta Pinilla (*)

EDUARDO PILONIETA PINILLA, JURISTA, PERIODISTA E HISTORIADOR SANTANDEREANO.
No hay nada que cause más daño a un país que tener una justicia fluctuante, es decir, aquella que frente a una misma situación de hecho tiene diferentes y contradictorias posiciones de derecho y por lo tanto soluciona los conflictos de distintas maneras.
Un ejemplo típico se está dando con motivo de las determinaciones adoptadas respecto a los puestos de los trabajadores vinculados a la industria del petróleo que perdieron sus empleos por la terminación de los contratos a que estaban vinculados, todo ello por la crisis que atraviesa la industria.
Pues se presentaron cientos de tutelas alegando la violación del derecho al trabajo y cosa curiosa, muchos jueces consideraron que no había tal violación y muchos otros consideraron que sí y ordenaron el reintegro a unos puestos de trabajo que ya no existen.
Entonces la cosa, puesta en términos sencillos es: si le toca a tal juzgado no hay violación pero si le toca a tal otro sí la hay y los ciudadanos quedamos definitivamente descontrolados ante una justicia dubitativa, contradictoria e incoherente que obliga a quienes ejercemos el derecho a cambiar los códigos por los dados, pues el asunto ya no es de aplicación del derecho sino de golpes de suerte para que le corresponda a un juez que esté de acuerdo con lo que se plantea o defiende, pues de lo contrario el asunto saldrá mal.
Esto, en el plano práctico, hace que la gente no sea capaz de planificar su futuro pues éste no depende del orden jurídico sino del capricho del funcionario a quien le corresponda el asunto y sobre tal presupuesto no se pueden establecer relaciones sociales sanas, toda vez que lo jurídico para unos es antijurídico para otros y sus efectos, por lo tanto, son diferentes y en algunos casos, devastadores.
Flaco servicio le hace al país una justicia con estas características y si a esto le sumamos el tema de la corrupción, podemos pensar que algo de esto podría tener que ver con la desarticulación del orden social que vivimos, generador del caos que retrasa el desarrollo nacional.
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NOTA DEL PORTAL: Este contenido ha sido publicado originalmente en Vanguardia.com en la siguiente dirección: http://www.vanguardia.com/opinion/columnistas/eduardo-pilonieta-pinilla/309710-una-justicia-vacilante. Pertenece, por lo tanto, a Vanguardia.com – Galvis Ramírez y Cía. S.A. y al autor.
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* : EDUARDO PILONIETA PINILLA.— Abogado laboralista, periodista e historiador santandereano. Miembro de la Academia Colombiana de Jurisprudencia, Miembro del Colegio Nacional de Periodistas y Miembro de la Academia de Historia de Santander, corporación de la cual ha sido vicepresidente.