Me contaron, campesino, que cambiaste
aquel burro de tus antepasados
por la moto de los recién llegados
y de tus tradiciones renegaste.
Me contaron que ayer te avergonzaste
de tus padres, humildes pero honrados,
y que hoy dices tener por admirados
a aquellos que antes criticaste.
No me extraña que vivan deslumbrados
por el oro y los diamantes enturbiados
los viles que siempre repudiaste;
pero tú, que en la vida siempre honraste
las virtudes que aprendiste y enseñaste,
¡ tú no juegues tus valores a los dados !