EL DESANDE. Por: Óscar Humberto Gómez Gómez.

Voy a desandar mis pasos,
De nuevo quiero sentarme
A relatar aventuras
En el escaño de un parque,
A cantar cantos de moda,
Un pasodoble, dos valses,
A disfrutar alamedas,
A dibujar los paisajes,
A imaginar paraísos,
A navegar por los mares
A bordo de fantasías
Que construya con mi lápiz,
Y a conocer el planeta
Desde el andén de una calle.

Voy a desandar mi vida,
De nuevo quiero extasiarme
Con la tibieza del día
A las cinco de la tarde,
Y retratar arreboles
Cuando se incendie el follaje
Y pasen de verde a rojo
Los cerros occidentales,
Cometas multicolores
Hacer volar por los aires,
Volver a declamar versos
En el Día de la Madre
Y sentir que en ser feliz
Ya no me supera nadie.

Voy a desandar mi historia,
Hoy voy a matricularme
En la escuela de la esquina,
La de maestras formales,
La de patios de recreo
Y una rectora elegante,
Repasaré allí las letras,
Y aprenderé qué es un valle,
Y en hojas de mis cuadernos
Colorearé a los tarzanes,
A los vaqueros valientes,
A los que al malo combaten,
Y haré triunfar la justicia
Para que el mundo sea amable.

Voy a desandarlo todo:
La ciudad que aún no era grande,
El paseo de los domingos,
Mis sueños irrealizables,
El caminito de tierra,
La cascada de los tanques,
Y nuestro templo alargado,
Y los columpios del parque,
La loma de las cometas,
El río de piedras grandes,
El club contiguo a la iglesia,
Los visos del chocolate,
Las tardes de catequesis
Y las melcochas bailables.

Voy a desandar mis pasos,
quiero ser el mismo de antes.