Veterinaria

 

En las últimas horas acabamos de abrir una nueva sección dentro de nuestro portal: la sección de Veterinaria.

Curiosamente, el padre de la Veterinaria fue un abogado.

Sí, fue el abogado francés CLAUDE BOURGELAT, quien vivió en el siglo XVIII (años 1700), el fundador de la primera facultad de Veterinaria que hubo en el mundo. La fundó en Lyon, Francia.

 

 

Pero no se piense que esta profesión siempre se llamó así y que quienes la ejercen también se llamaron siempre veterinarios.

En efecto, nuestro idioma español no solo se nutrió del latín y el griego, sino también del árabe. De hecho, son múltiples las palabras actuales de nuestra lengua que son de procedencia arábiga, como por ejemplo la popular almojábana. Otras palabras de esa procedencia, en cambio, desaparecieron, al igual que ocurrió con muchas otras originarias del latín y del griego. Las razones de esa desaparición han sido materia de interesantes estudios.

Tal y como sucedió con las palabras, igual ocurrió con algunas profesiones, artes y oficios. Actividades humanas que llegaron a tener gran popularidad, con el paso del tiempo fueron siendo ejercidas cada vez menos hasta que finalmente dejaron de existir.

En cambio, hubo profesiones, artes y oficios que no es que hayan desaparecido, sino que sufrieron el cambio de su nombre, precisamente en razón a la desaparición de aquella palabra con la cual se les estuvo designando a lo largo de los siglos. En otros casos, el nombre con que una profesión fue conocida por siglos terminó quedando exclusivamente para el uso culto.

Lo último acaeció con la profesión dedicada al cuidado de la salud de los animales.

Y es que la palabra con la que se designaba a quien atendía a los animales en sus quebrantos de salud era albéitar y a la actividad a la cual se dedicaba el albéitar se le llamaba “albeitería”.

 

 

El albéitar, pues, era el médico de los animales, esto es, la persona que ejercía la albeitería.

Solamente hasta el siglo XIX (años 1800) el vocablo arábigo albéitar, que ya venía en desuso, desaparece prácticamente del habla popular y es reemplazado dentro de ella por una nueva palabra, esta ya no de origen arábigo, sino latino: la de veterinario (del latín “veterinarius”). Así mismo, el vocablo arábigo “albeitería” termina dando paso a “veterinaria” (del latín “veterinae”, que significa “bestia de carga”).

Pero no es que los vocablos albéitar y albeitería hayan desaparecido, como algunos autores, no españoles, han llegado a aseverarlo erróneamente: en el DRAE siguen figurando, solo que hoy en día solamente se les emplea dentro de entornos cultos.

 

En esta nueva sección estaremos hablando sobre la salud de los perros, los gatos y, en general, acerca de los animales a los que cuida la Veterinaria. Lo haremos bajo el entendido de que son una parte importante de la gran obra del Creador.

 

Perro preso

 

De unos años hacia acá los animales se han convertido, desde el punto de vista jurídico, en “seres sintientes”, en sujetos de derechos a los cuales los humanos debemos consideración, amor y respeto.

Esta sección contribuirá a impulsar el amor a los animales y, consiguientemente, apoyará la denuncia del maltrato animal.

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