Quiera la Divina Providencia que en Colombia no se vaya a desintegrar la autoridad estatal en átomos de poder dispersos por toda la geografía nacional.
Ya tuvimos la experiencia terrible del federalismo, que solo condujo a que el país viviera en guerra permanente. Durante aquellos años, a Bucaramanga, para no ir tan lejos, entraban las tropas del Estado Soberano de Santander y se iban horas después porque ya venían las tropas de la Confederación, o llegaban las tropas de la Confederación y se iban horas después porque ya arribaban las tropas del Estado Soberano. Hubo días en que Bucaramanga no tuvo presencia de autoridad.
En las propias calles de Bucaramanga se enfrentaban los ejércitos y se fusilaba a prisioneros y desertores. El desorden era absoluto. El Presidente del Estado Soberano de Santander Vicente Herrera, por ejemplo, murió en pleno combate contra las tropas de la Confederación.
“Aquellos que no recuerdan el pasado están condenados a repetirlo”
La frase es de George Santayana, no un “dicho popular” como le escuché decir a alguien, y, lo peor de todo, en una academia de historia.
Ojalá algún día la recordemos, porque por lo visto se nos olvidó hace rato.
