Apreciados amigos:
Santander en la Red, portal dirigido por un Miembro Correspondiente de la Academia de Historia de Santander, mal podría ser indiferente a la celebración del Bicentenario.
Por ello, a partir de hoy y hasta mediados del mes entrante, agosto de 2019, dedicaremos preferentemente nuestras entradas al importantísimo y trascendental tema del Bicentenario de la Independencia Nacional de Colombia.
Y es que el tema del Bicentenario de nuestra Independencia Nacional es un tema importantísimo y trascendental, porque, más allá de nuestras coincidencias o diferencias, somos colombianos; porque este es nuestro país; este es el único país que tenemos; este es el único país que es verdaderamente nuestro, pues en cualquier otro país del mundo siempre seremos extranjeros.
Más allá de nuestras deficiencias evidentes como nación, más allá de los defectos que evidentemente tuvieron nuestros patriotas, más allá de que quienes los sucedieron hayan sido dignos de ellos o no lo hayan sido, más allá de las turbulencias desgraciadas que han rasgado el tejido nacional y ensangrentado nuestro suelo con la sangre de nuestros propios compatriotas, más allá de todo lo que nos aleja de ser el país grande, respetado, libre y justo del que hablaran nuestros poetas y que soñaron nuestros próceres y los anónimos mártires de aquella guerra terrible, el nacimiento de nuestra nación, de la nación de nuestros padres y de nuestros hijos, no puede ser un asunto que nos sea ajeno o que nos pueda parecer cosa de poca monta.
La cotidiana —y entendible— rebusca del pan, el desaliento que nos embarga cuando leemos y oímos las malas noticias originadas en esta tierra, el desencanto que nos aflige cuando vemos que aquí los peores son muchas veces los que mejor están mientras que los mejores mendigan trabajo, pan o sombra, en fin, nada, absolutamente nada que nos resulte decepcionante o adverso, nos puede habilitar para enviar al olvido o mantener en él a quienes sacrificaron sus vidas, sus haciendas, su tranquilidad y todo lo que eran y tenían, por lograr que una nueva nación americana surgiera en este suelo.
En la exaltación a la que daremos inicio, nuestro portal no distinguirá entre patriotas “buenos” o patriotas “malos”, ni entre bolivarianos y santanderistas, ni entrará en la inveterada discusión sobre quién fue mejor que quién. Además, las entradas que alcancemos a publicar exaltarán por igual al prócer famoso y al patriota ignoto, al que sea de nuestra simpatía y al que no lo sea, pues hoy todos merecen nuestra admiración, nuestra consideración y nuestro respeto.
Agradecemos de antemano el tiempo que ustedes le dedicarán a leer las entradas y, por supuesto, a quienes se molestarán en escribirnos alguna línea o a hacernos algún aporte.
Un abrazo.
Santander en la Red
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ILUSTRACIÓN: Bolívar y Santander en los llanos. Jesús María Zamora. Óleo sobre lienzo. Museo Nacional. Bogotá.
Luego de la afrenta de los manda más de nuestra patria, de no incluir inicialmente nuestro territorio, en tan especial celebración, para ser corregido el impase, es bueno que recalquemos y nos hagamos sentir, como verdaderos protagonistas artífices, (que lo fuimos), del logro obtenido, aunque sea solo en el ideario de la libertad, que hoy se manifiesta en manejos que distan de ella.