La Facultad de Medicina de la Universidad de la Sabana, de Bogotá, confiere en la mañana de hoy el título de Médica y Cirujana a nuestra querida y admirada sobrina Natalia Blackburn Villota, joven y aplicada estudiante bogotana de raíces cundinamarquesas, antioqueñas y nariñenses, pero profundamente vinculada también, consanguínea y afectivamente, a la comarca santandereana, y quien, sin duda alguna, contribuirá con su sencillez, su alegría, su humanidad y su honestidad sin mácula, al engrandecimiento de la noble profesión de Hipócrates y Galeno.
Natalia – Natica para quienes la queremos y nos honramos de ser sus parientes – es hija del Ingeniero Civil Henry Blackburn Moreno y de la Licenciada en Educación Preescolar Leonor Villota Ruiz, y hermana de la Abogada Carolina Blackburn Villota y del Arquitecto Christian Blackburn Villota.
Para ser honestos, todavía no salimos de esa sensación extraña, mezcla de felicidad, nostalgia y desconcierto, ante el recuerdo fresco – de apenas ayer – de cuando Natalia era tan solo una niña, una niña pequeña, delgada, tierna, callada y sencilla. La vemos ahora, en los desempolvados videos familiares, en los lejanos diciembres iluminados que pasamos juntos, cuando aún los crespones del duelo no habían llegado a perturbarnos la fiesta, y se nos hace increíble que esa niñez – la misma niñez de nuestros hijos- haya quedado atrás tan pronto y que ahora la presencia de Natica ya no esté junto a las muñecas y los ositos de peluche, sino en medio de pacientes tristes que le narran sus pesares físicos en busca de que ella los cure, no solo con los medicamentos de la ciencia, sino también con la inextinguible luminosidad de su sonrisa.
Recientemente, Natalia estuvo en Argentina, completando su ciclo de práctica clínica, el mismo que comenzó y adelantó, con responsabilidad, abnegación y brillo, en reputados centros asistenciales de la capital de la república, su tierra natal. Paralelo a ello, y a través de la magia de Internet, tomó parte activa en importantes certámenes médicos, uno de ellos celebrado en el Perú, que contribuyeron a enriquecer la solidez de su formación académica y científica.
La doctora Natalia Blackburn Villota se especializará en Anestesiología y Reanimación.
Desde la Mesa de las Tempestades, en el Área Metropolitana de Bucaramanga, le enviamos a ella y a su apreciado núcleo familiar, en esta mañana de tanta significación para todos, nuestras más sinceras y efusivas felicitaciones, le deseamos una vida profesional colmada de éxitos y satisfacciones, y le pedimos a Dios, al nuestro – con la venia de Esculapio, por supuesto – que siempre ilumine su camino por donde quiera que la lleven los impredecibles avatares de la vida.
¡Un abrazo, Natica! ¡Y para adelante!
Natalia ha sido desde niña una estudiante consagrada. Como estudiante universitaria, cuando me alojaba en su casa, pude darme cuenta de su absoluto compromiso con su estudio, no le veía problema alguno al dedicarse a estudiar hasta altas horas de la madrugada, su horario lo había acomodado de tal forma, que a las 8 p.m., estaba dormida y se levantaba a la media noche y hasta que la sorprendía la luz del día, que era, según sus propias explicaciones, el mejor momento para estudiar ya que de esa manera no tenía interrupciones y podía concentrarse más. Me ha llamado siempre la atención de ella su permanente disposición a escuchar con atención y sin críticas o prejuicios, cualidad hoy en día tan escasa. Con su mamá, Leonor, hemos comentado que a ella no la deslumbran ni la ropa ni las joyas; a veces cuando debía asistir a una reunión la sorprendía el hecho de que no tenía qué ponerse. Natalia no tiene el más mínimo asomo de fatuidad. A pesar de poder tener las comodidades que quisiera, nunca ha pedido nada material. Su extrema sencillez llegó a sorprenderme, pero pensándolo bien su belleza no necesita de adornos porque es natural, es fresca, es espontánea. Natalia pertenece a un hogar ante todo profundamente católico y honesto. Personalmente, yo me siento muy orgullosa de que Natalia sea sobrina mía. Muchas felicitaciones para Natalia, y para sus papás y sus hermanos, porque este triunfo es de todos ellos.
Aunque no tengo el gusto de conocerla, por sus raíces genealógicas, se induce la inteligencia, responsabilidad, dedicación y disciplina que ustedes han tenido y que los ha hecho sobresalientes en lo que emprendan. Para la Doctora Natalia y su familia, muchas felicitaciones por haber obtenido su título de médica y cirujana. Dios la guíe en esos caminos duros, pero muy humanitarios, de doble efecto: sanar enfermos y devolver la felicidad a sus seres queridos, que sufren tanto o más que el enfermo. Su cadena de éxitos tan solo empieza. Felicitaciones!!!!
Felicidades, Natica, sabemos de tu compromiso desde siempre con tu estudio y con tus prácticas, del amor que siempre demuestras por tu profesión, ingredientes importantes que te ayudarán a llevar tu profesión por el camino del éxito. Un abrazo inmenso de tu tía.
Muchos éxitos en su vida profesional a la Dra. Natalia y felicitaciones al Dr. Óscar Humberto y señora.
!Felicitaciones, Natalia! Tiene las cualidades y los valores que la conducirán por el sendero del éxito. Que el Todopoderoso la ilumine en su bella profesión.