EL AGUACERITO, EL BAMBUCO QUE INTERPRETABA EL GENERAL FRANCISCO DE PAULA SANTANDER. Por Óscar Humberto Gómez Gómez, Miembro Correspondiente de la Academia de Historia de Santander.

 

Gracias a la historiadora paisa Pilar Moreno de Ángel se re-descubrió una faceta del general patriota colombiano Francisco de Paula Santander que permaneció durante largo tiempo sumida en el olvido.

 

 

Y es que todo se decía del prócer —que había sido el organizador del ejército libertador, que había sido el comandante de la División de Vanguardia, que había llegado a ser el Vice-Presidente y el Presidente encargado de la Gran Colombia (Nueva Granada, Venezuela y Ecuador), que el Libertador lo llamó el Hombre de las Leyes, que terminó distanciado de Simón Bolívar, que había sido condenado bajo el cargo de ser autor intelectual de la conspiración septembrina, que estuvo desterrado en los Estados Unidos, que fue elegido Presidente de la República de la Nueva Granada, que vino a posesionarse varios meses después, que desde el cargo presidencial enfatizó en la educación como su principal bandera de gobierno, que fundó colegios públicos como el Colegio Universitario del Socorro y el Colegio San José de Guanentá de San Gil —todavía existentes—, y que murió tan joven como Simón Bolívar (este de 47 años, Santander de 48)—, pero no se decía que tocaba la guitarra y el tiple, ni que cantaba.

 

 

De “El aguacerito” se supo porque una hija del general patriota Domingo Caycedo, presidente de la Gran Colombia, quien reemplazó en ese cargo a Simón Bolívar, la joven María del Carmen Caycedo, fue alumna de guitarra de un músico cuya identidad se desconoce (aunque hay varias hipótesis sobre quién pudo ser) y este se tomó el trabajo de elaborarle un cuaderno con las partituras de las canciones que le enseñó, entre ellas esta, que en aquel valioso documento histórico figura como bambuco.

 

 

De que el general Santander tocaba la guitarra y el tiple, y que cantaba acompañándose de estos instrumentos, vino a saberse, en primer lugar, porque en documentos del Colegio San Bartolomé, donde el patriota estudió —uno de sus profesores fue el después general bumangués Custodio García Rovira— se hablaba de “el cucuteño”, refiriéndose a él, y se relataba que el joven alumno tocaba esos instrumentos y cantaba acompañándose con ellos, lo cual hacía, por cierto, muy bien.

 

 

Así se fue reconstruyendo esta faceta del insigne militar y abogado colombiano hasta que la documentación histórica recuperada y ordenada por Pilar Moreno de Ángel permitió que nos pudiéramos imaginar al general Santander, ya no con la espada, ni con la pluma, sino con la guitarra, tal y como se lo transmitimos a Pedro Jesús Vargas Cordero, artista santandereano, para que lo plasmara en una ilustración, la misma que hoy embellece esta entrada, en la que ustedes podrán escuchar aquel diminuto bambuco colombiano, interpretado por el guitarrista tolimense Gentil Montaña.

 

 

Santander en la Red rinde así homenaje al ilustre patriota colombiano Francisco de Paula Santander con ocasión del Bicentenario de la Independencia Nacional, gesta en la que desempeñó un papel preponderante y decisivo para la materialización del sueño de construir una nueva nación en suelo americano: la nación en cuyo seno nacimos y a la cual pertenecemos, más allá de nuestras coincidencias o discrepancias.

Mesa de las Tempestades, área metropolitana de Bucaramanga, miércoles 24 de julio de 2019.

 

 

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4 respuestas a EL AGUACERITO, EL BAMBUCO QUE INTERPRETABA EL GENERAL FRANCISCO DE PAULA SANTANDER. Por Óscar Humberto Gómez Gómez, Miembro Correspondiente de la Academia de Historia de Santander.

  1. Fredy José Pinillos dijo:

    Buenas y muy agradecido por la excelente publicación.

    En cierta publicación o libro leí que el General Francisco de Paula Santander invita o recomienda a un amigo a bailar el bambuco, cuando vaya a cierto lugar. La verdad llevo tiempo tratando de recuperar esta información y no la logro conseguir. ¿Ustedes por casualidad tienen esta información? Les agradezco mucho.

    Gracias.

  2. Fredy José Pinillos dijo:

    En alguna parte leí que el General Francisco de Paula invita o recomienda a un amigo que cuando vaya a cierta parte baile el Bambuco, pero realmente no me acuerdo dónde fue que lo leí.
    ¿Ustedes, por casualidad, saben de este pasaje Histórico?
    Les agradezco mucho

  3. Gabino Cartagena Torres dijo:

    Gracias, Maestro, por el concepto sobre El Aguacerito; yo no soy músico y también dije lo mismo: “…esto de bambuco no tiene nada”. Tiene más similitud con una contradanza inglesa o un baile de la época del Renacimiento.

  4. Santander en la Red dijo:

    Para responder a las observaciones que se nos han hecho —o que se le han hecho, más bien, al maestro Gentil Montaña, lamentablemente ninguna con nombres y apellidos, y ninguna con miras a ser publicada, lo cual hubiésemos hecho con gusto— acerca de que “El aguacerito” no tiene nada de “bambuco”, nos permitimos reproducir parcialmente las autorizadas explicaciones del doctor en Musicología español —catalán, para más señas— JESÚS EMILIO GONZÁLEZ ESPINOSA:

    “La transcripción de ‘El aguacerito’ presenta ciertas contrariedades y no se ajusta perfectamente con el modelo rítmico del bambuco “estricto”, como fue el caso de ‘La guaneña’ o ‘El mirianchurito’. En ‘El aguacerito’ ello puede ser atribuido a una transcripción no concordante con la realidad sonora de la interpretación, un hecho completamente común a lo largo del siglo en lo referente a la escritura de bambucos. Otro factor que dificulta encontrar una adecuada transcripción del tema es que (…) el bambuco ‘El aguacerito’ dejó de hacer parte de la tradición musical andina del país hace mucho tiempo, tanto que hoy prácticamente se desconoce y no se interpreta en un contexto tradicional, dificultando en gran medida una comparación directa entre la música de tradición oral y la escrita en esta partitura, a la cual le hace falta ese “sabor” del que hablamos anteriormente y que identifica y diferencia al bambuco de los demás estilos andinos colombianos.

    En lo referente a la adaptación para guitarra (…) se puede ver que esta es bastante sencilla , casi similar a un ejercicio técnico de guitarra elemental. (…) Esta disposición instrumental resulta bastante frecuente a lo largo de las 26 composiciones que conforman el manojo de partituras pertenecientes a la señorita Caycedo, las cuales nos permiten establecer en buena medida el nivel instrumental más bien discreto de la intérprete.

    (…) De añadir a la transcripción de este bambuco un acompañamiento rítmico a la manera tradicional, resultaría bastante complicado —por no decir imposible— equilibrar una secuencia rítmica percutiva o de acompañamiento instrumental basado en la fórmula de 6/8 que expusimos anteriormente; en esta escritura de tres octavos, los acentos secundarios del segundo y tercer tiempo no concuerdan con la idea melódico-rítmica, lo cual —si se lee tal y como lo determina la partitura original— impide la interpretación con el aire característico del bambuco, a diferencia de ‘El miranchurito’ o ‘La guaneña”. En esta transcripción de ‘El agucerito’, los acentos parecen estar impuestos, en sitios en “donde no deberían estar”, confirmando que la música escrita no responde a la idea primordial o a la realidad sonora”. (GONZÁLEZ ESPINOSA, Jesús Emilio. La construcción de una identidad colombiana a través del bambuco en el siglo XIX. Tesis para optar al título de Doctor en Musicología. Universidad Autónoma de Barcelona. Facultad de Filosofía y Letras. Departamento de Arte. Bellaterra, julio de 2006, p.p. 80-81).

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