DE SERENATA. Por Óscar Humberto Gómez Gómez.

 

Llegar en horas de la noche hasta la puerta de una casa, o hasta una de sus ventanas, con instrumentos musicales y un repertorio de cuatro o cinco canciones, y, en un momento dado, dar inicio a una serenata, era una de esas actividades emocionantes y hermosas con las que los jóvenes de los años 70 le hacíamos frente al tedio de la rutina semanal y nos lanzábamos a navegar a través de la magia de los sueños.

 

Dimos serenatas con los más diversos pretextos: el Día del Amor y la Amistad, el Día de la Madre, el Día del Maestro, o porque cumplía años la destinataria, o porque estábamos interesados en su conquista.

 

Por infortunio, con el paso del tiempo, esta costumbre comenzó a decaer. Lamentablemente —y salvo una que otra excepción, cada vez más exótica— la vulgaridad y la ordinariez han dado al traste con el romanticismo y lo que se impone ahora es el llegar a hacer ruido, a no dejar dormir a los vecinos con estridencias “musicales” extrañas a nuestra cultura y a sembrar a altas horas de la noche motivos de discordia.

 

Para rememorar lo que realmente era la serenata, esa bella tradición que tantas veces nos reportó alegría —y una que otra satisfacción sentimental—, hoy queremos compartir con nuestros visitantes y amigos una canción emblemática: el bambuco “RUMOR DE SERENATA“, del compositor nortesantandereano Víctor Romero. Lo interpreta La Gran Rondalla Colombiana, que dirige el maestro Jorge Zapata.

 

¡Bienvenidos!

 

 

ILUSTRACIÓN: Póster de la película colombiana La serenata (cortometraje), dirigida por Carlos César Arbeláez.

 

NOTA DEL PORTAL: El título de esta entrada es “DE SERENATA”. La canción ha sido titulada en la discografía con dos títulos: “RUMOR DE SERENATA” y “RUMORES DE SERENATA”.

 

¡Gracias por compartirla!
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4 respuestas a DE SERENATA. Por Óscar Humberto Gómez Gómez.

  1. Lina P. de Villamizar dijo:

    Gracias, Óscar. Recuerdos hermosos. Cinco hermanas mujeres, incluyéndome, recibimos serenatas; es algo inolvidable. Gracias por traer a nuestra memoria esas vivencias, que aunque fueron pocas, comparadas con nuestras amigas y vecinas de la época, dejaron felicidad y nostalgia en nuestros corazones.

  2. Luis Alfredo Acuña S. dijo:

    Desafortunadamente es así. La manera tan vulgar y ordinaria con que se trata a la mujer en las canciones modernas es despreciable, pero más despreciable es que muchas mujeres lo acepten como sucede con las canciones de Maluma, en las que en una entrevista que les hacían a muchas mujeres opinaban que no había nada de malo. Viejos recuerdos del romanticismo.

  3. Xenia Ortiz de Blackburn dijo:

    Una realidad. Se acabó el romanticismo que nos permitía expresar nuestros sentimientos musicalmente por diferentes motivos. Algo que bien se esperaba y se recibía con mucha emoción.

  4. Mary Torres dijo:

    De vuelta a mis años “serenateros”. Dando y recibiendo serenatas. Momentos, emociones, esperanzas…épocas que no volverán. Bellas canciones grabadas en el alma…Se oye un rumor lejano de serenata…

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