DON HÉCTOR HERNÁNDEZ MATEUS, CONCILIADOR EN EQUIDAD, RESPETADO DIRIGENTE CÍVICO Y DEPORTIVO, Y DESTACADO REPORTERO GRÁFICO SANTANDEREANO, EL DÍA DE SU CONDECORACIÓN POR PARTE DE LA ALCALDÍA DE BUCARAMANGA
LA CONCILIACIÓN EN EQUIDAD (III)
Por Héctor Hernández Mateus
En las anteriores entregas he tratado sobre los fundamentos legales de la Conciliación en Equidad y la forma de preparar y desarrollar una Audiencia Conciliatoria en Equidad. Nos ocuparemos hoy de las características que debe tener un Conciliador en Equidad. El análisis lo hago como aporte para contribuir al desarrollo de la figura, siendo autocritico; no con ello es mi pretensión causar malestar a quienes de manera abnegada, cumplen con éste servicio de manera desinteresada, a la comunidad. Por ser de humanos su accionar es posible la imperfección en la prestación del servicio, se han hecho sugerencias para reforzar los métodos de selección de candidatos a ser Conciliadores en Equidad que antes que criticarles o sancionarles se debe de perfeccionar su accionar; nunca son merecedores de una llamada o felicitación, menos de un reconocimiento oficial. La labor del Conciliador en Equidad ha sido estigmatizada frente a todos los componentes de la justicia formal. No se ha categorizado en el nivel que debería tener, dada su participación en la solución de conflictos al interior de la comunidad, que siendo menores podrían convertirse en mayores, dada la beligerancia que invade el estado de ánimo de gran mayoría de la población. A un conciliador en Equidad lo propone la comunidad, como postulado a recibir la capacitación por parte del ministerio público quien delega en ONGs tal misión, es donde se inicia el desbarajuste de la figura. Tales organizaciones se preocupan por cumplir el cupo de capacitados, sin interesar si el perfil es el requerido. De éste tema me ocuparé en próxima entrega. Luego de la postulación, que debe tener en cuenta que el ciudadano sea ejemplar; cuyo comportamiento en sociedad además de recto y ético en su vida personal, debe de ser ecuánime y mesurado, en las acciones de su vida cotidiana. No puede ser expectativa del mismo lucrarse en el ejercicio de Conciliador en Equidad, toda vez que es absolutamente gratis el servicio y la prestación del mismo. No puede ser además trampolín político ya que se requiere actuar de acuerdo a la tradición de los pueblos, en su desarrollo cultural y menos aún como ejercicio de autoridad, ya que siendo transitoria, es orientador en los casos que le compete ayudar a solucionar, haciendo de veedor o notario en los acuerdos, pero no fijando posición personal. Ojala el ministerio público, en el referente al de justicia, se preocupe por acompañar el proceso de desarrollo y así optimizar la acción de los altruistas Conciliadores en Equidad, entregando los mínimos elementos para ejercer como tal, ya que incluso las fotocopias de boletas, certificaciones y actas de audiencia de Conciliación, se deben de costear de manera particular por el mismo Conciliador en Equidad o los usuarios de la figura. El día del Conciliador en Equidad y de la Conciliación es el último sábado del mes de noviembre y nunca ha habido una atención, mención o deferencia por parte del estado, en los 18 años de implementación en Bucaramanga y su área metropolitana.
Gracias por ser conciliador y ayudar con su voluntad a que tengamos un mejor país.
SR HECTOR. agradezco sus líneas y las tomo con todo ese sentimiento de amabilidad con que las escribe. Reciba mi reconocimiento por esa buena labor. Un abrazo fraterno.