DR. CARLOS CORTÉS CABALLERO, EMINENTE MÉDICO PATÓLOGO Y LEGISTA SANTANDEREANO
No hay nada que mejor muestre la grandeza de los hombres que el respeto y valoración que exhiban hacia aquellas personas humildes que algún papel han desempeñado a lo largo de sus vidas.
En su libro De la Medicina en Santander. Semblanzas y recuerdos, el médico Carlos Cortés Caballero refleja su talante cuando resalta los servicios que en el seno de su hogar prestó una humilde empleada que hubo de participar en los quehaceres de su crianza, incluso en solitario después de la muerte de su señora madre, doña Ana del Carmen Caballero. Luego de relacionar a quienes formaban su familia, el facultativo santandereano escribe:
“Además, entró a formar parte de este grupo familiar María del Rosario Niño, quien ayudó a mi madre desde muy temprano, por allá en 1936, a nuestra crianza y en todas las labores que sin contar con la moderna tecnología debían practicarse en cualquier hogar. “Tatica”, como cariñosamente la llamábamos, era imprescindible en nuestra organización y lo fue por varias generaciones. Después de la desaparición de nuestra madre en 1991, continuó con nosotros durante muchos años, siempre derrochando amor, buen genio, bondad y atenciones hasta cuando físicamente le fue posible. Como alguien de la familia dijo, fue el ángel guardián que Dios nos envió y perteneció al grupo de aquellos seres que cada día son más escasos”. (pág. 228).
Exaltar a las personas sencillas que han desempeñado algún papel en el decurso de la vida es una virtud exclusiva de almas grandes y nobles. Definitivamente, el doctor Cortés Caballero no es solamente uno de los médicos más ilustres que ha tenido nuestra comarca, a quien hemos decidido poner de relieve en nuestro portal para remembranza de los mayores y conocimiento de los jóvenes que no han tenido el honor de ser sus discípulos. Es también un santandereano meritorio que le hace honor a sus apellidos. Unos apellidos que si se escribiesen a la usanza antigua, como Caballero y Góngora, Ortega y Gasset o Lozano y Lozano, harían notar aún con mayor claridad que este galeno, oriundo de la Villa de San Carlos del Pie de la Cuesta, ha sido siempre, en efecto, Cortés y Caballero.
EL DR. CARLOS CORTÉS CABALLERO EN SU LABORATORIO
Con la coautoría del jurista y educador don Humberto Ortega Moreno, el hombre de ciencia a quien hoy exaltamos le ha legado a nuestro terruño su obra Juristas y Medicina. Tratado de Medicina Legal en edición publicada bajo el sello Doctrina y Ley Ltda, obra que fue presentada en la Academia de Historia de Santander, en sobria ceremonia en la cual intervinieron el señor Presidente de la Academia, don Miguel José Pinilla Gutiérrez, el exmagistrado y catedrático universitario don Rodolfo Mantilla Jácome y, por supuesto, los autores.
El tratado aborda, entre otros, los siguientes temas:
-Reseña histórica de la Medicina Legal en América, en Colombia y, desde luego, en Santander, partiendo del primer peritaje médico forense practicado en el continente, que fue llevado a cabo por el doctor Chanca en presencia de Cristóbal Colón.
-La biología de la lesión.
-Lecciones de anatomía.
-Laboratorio forense.
-Patología forense.
-Lofoscopia, quiroscopia, pelmatoscopia y dactiloscopia.
-Cadena de custodia.
-Peritación.
-Traumatología forense.
-Lesiones según los agentes causantes.
Lesiones por agentes físicos. Armas blancas. Armas de fuego. Cambios en la temperatura. Electricidad. Radiaciones.
Lesiones por agentes químicos. Minas antipersonas. Agentes biológicos.
Lesiones multifactoriales. Lesiones al feto. Lesiones por violencia intrafamiliar. Lesiones por alteración en la biodiversidad.
-Secuelas de las lesiones.
-Psiquiatría Forense.
-Psicología Forense.
-Tanatología. El fenómeno de la muerte. Signos inmediatos y tardíos. La necropsia. El levantamiento del cadáver.
-La exhumación.
-Toxicología forense.
-El dopaje.
-Los estupefacientes.
-Odontología forense.
-Sexología forense.
-Balística.
-La suspensión de la detención preventiva por enfermedad grave.
-Salud ocupacional.
MÁS ALLÁ DE TODOS LOS DIPLOMAS Y GALARDONES QUE LE HAN OTORGADO EN LA VIDA, EL DR. CARLOS CORTÉS CABALLERO NO HA DEJADO DE SER EL HIJO SENCILLO DE LA VILLA DE PIEDECUESTA QUE AFECTIVAMENTE JAMÁS ABANDONÓ LAS CALLES DE SU PUEBLO NATAL.
El Dr. Carlos Cortés Caballero nació en Piedecuesta / Santander en 1936 en el hogar formado por don Carlos Julio Cortés Zaraza y doña Ana del Carmen Caballero. Obtuvo su título de Médico Cirujano en la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia y realizó sus estudios de postgrado en los Estados Unidos de América (Pennsylvania, Boston, Pittsburg y Cleveland) y en Japón (Tokyo). Es casado con la distinguida dama doña María Isabel Buitrago, hija del fundador de Forjas de Colombia don Pedro María Buitrago, y es padre de los médicos Carlos Andrés y Catalina María, y de la bióloga Ana Isabel.
Catedrático de Patología y Decano de Medicina (E) de la Universidad Industrial de Santander (UIS), ha sido también profesor de Medicina Legal en la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB) y la Universidad Santo Tomás, lo mismo que de Patología en la Universitaria de Santander (UDES). Es Miembro de Número de la Academia Nacional de Medicina, Miembro Correspondiente de la Academia de Historia de Santander, Miembro Honorario y Presidente del Colegio Médico de Santander, y Miembro Honorario de la Sociedad Colombiana de Citología. Cruz de Esculapio de la Federación Médica Colombiana y Magistrado y Presidente del Tribunal de Ética Médica, fue, por largos años, perito médico y Jefe de la Oficina Seccional de Medicina Legal de Santander, Director – Fundador del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses Regional Nor-Oriente y Presidente de la Sociedad Colombiana de Patología. Es, además, Board Americano en Anatomopatología y Patología Clínica. Ha sido Asistente del Instituto de Cancerología de Tokyo / Japón y Médico Forense del Condado de Dade / Miami / Estado de La Florida / USA. En el 2005 recibió la nominación “Caring Physicians of the World”.
Empero, a él pareciera costarle trabajo reconocer que ha recibido esas altas distinciones, como también admitir el elevado nivel de su preparación académica. Quizás eso explique el por qué cuando en los estrados judiciales, a donde suele citársele como testigo calificado, le preguntan por su formación científica, responde: “Soy médico”.
PARQUE PRINCIPAL DE PIEDECUESTA / SANTANDER, EL SOLAR NATIVO DEL DR. CARLOS CORTÉS CABALLERO. SU PADRE, DON CARLOS JULIO CORTÉS ZARAZA, NATURAL DE OIBA / SANTANDER, LLEGÓ ALLÍ SIENDO UN NIÑO DE NUEVE AÑOS. SU SEÑORA MADRE, DOÑA ANA DEL CARMEN CABALLERO, ERA ORIUNDA DE LA PROVINCIA DE GARCÍA ROVIRA. FOTOGRAFÍA: WIKIPEDIA. Usuario: Campoelías. Licencia de Creative Commons.
Por fortuna, quienes tuvimos el honor de ser sus alumnos en la cátedra de Medicina Legal hemos podido continuar beneficiándonos de sus enseñanzas, impartidas siempre con la sencillez propia del que realmente sabe. Sus agudas observaciones, producto de sus vastos conocimientos y de su larga experiencia, han hecho posible dilucidar las hondas dudas científicas que no pocos casos judiciales presentan y han permitido hacer justicia donde, seguramente, sin sus luces, se hubiese incurrido en penosa inequidad.
Van para el doctor Carlos Cortés Caballero nuestras felicitaciones por la cuarta edición de su Tratado de Medicina Legal, extensivas, por supuesto, a su coautor, el doctor Humberto Ortega Moreno, de quien hablaremos en otra oportunidad.
Pero también van para el doctor Cortés nuestras efusivas y sinceras felicitaciones por una vida entera dedicada a la noble profesión de Hipócrates, ejercida con la honestidad y la profundidad del científico, pero con la sencillez de los que verdaderamente son grandes: aquellos que ni siquiera son conscientes de su grandeza.
Mesa de las Tempestades / Área Metropolitana de Bucaramanga, jueves 19 de julio de 2012.
