Alcira Rodríguez fue una hermosa y talentosa actriz colombiana que tuvo una especial presencia en la televisión nacional protagonizando telenovelas de gran acogida popular como, por ejemplo, la titulada Una vida para amarte.
Para quienes no somos amantes de ese género, no es fácil hacer, y menos de memoria, una semblanza acerca del decurso vital de una estrella de nuestro arte dramático y, la verdad sea dicha, tampoco es nutrido el material informativo que uno encuentra sobre quienes llenaron con su trabajo artístico nuestros espacios televisivos dedicados a él.
En el caso particular de Alcira Rodríguez, fallecida el 30 de noviembre de 1982 cuando apenas contaba con 36 años de edad, ese vacío se nutre, también en la memoria, con su vinculación a un mundo que sí nos es cercano: el mundo de la música y, particularmente, del disco.
Recordábamos, en efecto, que la estrella que se apagó aquel 30 de noviembre víctima de una enfermedad que en sus primeros signos de aparición sólo despertó el morbo de un mundo farandulero y fatuo donde reina la superficialidad en sus peores manifestaciones de indolencia, había dejado un pequeño disco, pero no nos habíamos vuelto a encontrar con él. Sabíamos que lo había grabado junto al también actor colombiano Ronald Ayazo.
Pues bien: gracias a la magia de Internet lo hemos hallado.
Alcira Rodríguez grabó, al lado de su compañero de vida artística, esta canción titulada “Tú y yo“, que logró un especial sitio de honor en la radiodifusión nacional de la década de los años 70, cuando estuvo en el aire y nos embargó el alma de alegría y nostalgia a quienes, por fortuna, nunca hemos perdido la sensibilidad hacia las cosas amables y dulces que se construyen alrededor del amor.
Todavía no inundaba a la red radiofónica nacional esa pésima idea de la “especialización”, que acabó con bellos géneros e imborrables expresiones musicales y convirtió las emisoras en el monótono y estridente refugio de toda suerte de pelafustanes de la ordinariez y el estrépito. Uno encendía la radio y se encontraba con toda clase de música: canciones de rock, baladas, rancheras, tangos, pasodobles, bambucos, boleros, vallenatos, salsas, cumbias, sones, gaitas, merecumbés, pasillos, merengues, valses, guabinas, cuecas, gaitas y hasta con acordes que acompañaban la declamación de algún poema. Además de una gama tan variada y exquisita, y entre otras cosas cumpliendo con la ley -que tal cosa ordena-, el locutor de turno anunciaba primero la canción, su compositor y su intérprete, lo cual volvía a hacer después de que la pieza sonaba. Hoy en día, y salvo brillantes excepciones, la música suena y suena sin cesar, pero uno se queda sin saber quién carajos acaba de cantar o, al menos, cómo diablos se llama la canción que acabaron de pasar en la emisora. Eso, sin contar los restantes vicios que se apoderaron de la radiodifusión y que en otra oportunidad comentaremos.
Por eso, al rememorar hoy en nuestro portal a Alcira Rodríguez nos unimos a las voces crecientes que no se resignan a que la decadencia de la radiodifusión siga su curso hacia el abismo y abogan porque vuelvan el amor, la amistad, la protesta, el paisaje, la tristeza y la alegría, pero sobre todo el buen gusto, a constituirse en los temas de la música difundida a través de las ondas hertzianas, y cese, por fin, esa chabacanería insoportable que se apoderó de la radio y que a muchos de sus seguidores de antaño nos ha ido alejando poco a poco, pues cada vez menos nos sentimos identificados con ella y ya no la percibimos, como sucedía antes, en el papel de una verdadera compañía.
Es de anotar que Alcira Rodríguez no alcanzó a grabar un CD (disco compacto). Lo que grabó fue un disco de acetato o disco de vinilo. Aquellos discos los había de 45 revoluciones por minuto (RPM), de 78 RPM y de 331/3 RPM. A esta última clase de disco se le denominaba “long play” o “LP” (larga duración). Entendemos que el grabado por la artista desaparecida no fue uno de estos discos, sino un “sencillo” de 45 RPM.
¡Bienvenidos, pues, amigos y amigas, a la canción “Tú y yo“, en la voz de la inolvidable Alcira Rodríguez y su compañero artístico Ronald Ayazo.
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ÓSCAR HUMBERTO GÓMEZ GÓMEZ: Miembro de Número de la Academia de Historia de Santander. Miembro del Colegio Nacional de Periodistas. Miembro de la Sociedad de Autores y Compositores de Colombia (SAYCO). Miembro del ilustre y desaparecido Colegio de Abogados de Santander.
