CONTRATACIÓN ADMINISTRATIVA Y DESESPERANZA // Por Óscar Humberto Gómez Gómez, Miembro del Colegio Nacional de Periodistas (CNP).

ÓSCAR.-EDITORIAL.2El editorial de Vanguardia Liberal de ayer sábado 13 de diciembre, sobre la corruptela general en la contratación administrativa, desemboca en la desesperanza.

Y eso es precisamente lo que quieren los corruptos que se apoderaron del Estado colombiano: que los ciudadanos de bien, los que nos ganamos la vida trabajando con rectitud, los que pagamos puntualmente la carga de impuestos que nos pone ese mismo Estado convertido en tierra de nadie, perdamos la esperanza y aceptemos que es cierto lo dicho por aquel desvergonzado bandido que junto a un grupúsculo de compinches se robó el dinero del erario destinado a la construcción de la avenida 26 de Bogotá: que todos somos corruptos y que, por eso, porque todos somos corruptos, el ser ladrón, el robarse el tesoro público, el desviar las partidas presupuestales, el exigir coimas para otorgar contratos, el manipular las licitaciones exigiendo requisitos exóticos para que solo los pueda cumplir el oferente aliado con los malhechores de adentro, es algo a lo que no debemos seguirnos oponiendo infructuosamente, hasta el desgaste, y más bien, resignados, debemos aceptar como normal.

No compartimos esa lóbrega perspectiva de la vida. Y no la compartimos, porque no es cierto —y, por el contrario, es absolutamente mendaz— lo dicho por el precitado delincuente de la banda de los Nule— pues en este país abunda la gente recta y decente, el estudiante universitario de moral intachable y cargado de sueños en un país más justo y mejor, la mujer que trabaja para sacar adelante a sus hijos y les inculca los principios éticos que ella misma aprendió en su hogar, el profesional que sabe que su único ingreso es su sueldo o son sus honorarios y que nos los puede —sin traicionarse a sí mismo— incrementar a punta de conductas ilícitas; en este país somos millones los que no solo jamás hemos traficado con drogas alucinógenas, sino que a la cocaína solo la conocemos a través de las películas, ni nos interesa en absoluto enriquecernos renunciando a nuestra hombría de bien, porque estamos plenamente convencidos —así suene a obsoleto para otros— que es preferible vivir en la humildad pero con la frente en alto, que vivir en un palacio pero con nuestro honor revolcado en el fango de la inmoralidad y nuestra imagen sometida al escarnio social y a la vergüenza pública.

Y como somos millones los que no cambiamos la tranquilidad de no deberle nada a nadie —mucho menos a la justicia— solo por unos dólares más, como en la vieja película de Ringo, también somos millones los que creemos que no todo está perdido y que no es imposible construir, en la Patria de Santander y de Nariño, de los mártires preclaros que vertieron su sangre y ofrendaron sus vidas por hacer de este un país libre y decente, una nación con horizontes claros, donde se rinda culto a la verdad, a la honradez, al trabajo transformador, a la familia, a los valores que apuntalan un orden social justo, y, por supuesto, —aunque hoy no esté de moda, salvo como referente de la intolerancia tanto de los creyentes como de los ateos— al Gran Arquitecto del Universo, fundamento central de nuestras vidas y faro luminoso que algún día nos guiará a buen puerto.

Todos los ciudadanos de bien y todas las personas jurídicas de bien tienen derecho a acceder a la contratación estatal. ¡Exijámoslo! La contratación administrativa no es propiedad exclusiva de nadie porque la nación la conformamos todos y todos sostenemos al Estado con nuestros impuestos ¡Darles la oportunidad a todos no es ningún favor de nadie, sino una obligación impuesta al Estado por la Constitución y la ley, que, en últimas, son —y tenemos que exigir que sean— el manto protector de la gente honesta.

¡Gracias por compartirla!
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1 respuesta a CONTRATACIÓN ADMINISTRATIVA Y DESESPERANZA // Por Óscar Humberto Gómez Gómez, Miembro del Colegio Nacional de Periodistas (CNP).

  1. JAIRO CHITIVA dijo:

    LOS BUENOS SOMOS MAS, PERO DEBEMOS SER CONSCIENTES DE NUESTROS DERECHOS Y NO PERMITIR QUE LOS PISOTEEN.
    EXCELENTE DESCRIPCIÓN MI DOTOR…..

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