El poeta, periodista y político peruano Manuel Ricardo Palma Soriano nació en Lima el 7 de febrero de 1833 y murió en Miraflores el 6 de octubre de 1919. De su obra, me complace presentarles hoy el poema humorístico La gran desgracia, con el que el maestro Palma se convirtió en uno de los precursores de la lucha contra el analfabetismo en el Perú, problemática que por su época alcanzaba unos niveles muy elevados. De paso, rememoro mi cartilla Lecturas escolares, de Álvaro Marín, texto obligatorio durante el cuarto y quinto de primaria en la Concentración Escolar de Varones José Camacho Carreño, por allá en los años 1966 y 1967, libro en el cual se hallaban insertos estos versos.
La gran desgracia
A un viejo que pasaba por la calle
detuvo del faldón de la levita
una niña bonita
y de arrogante talle,
diciéndole:—Señor, por vida suya
quiero que usted me instruya
de las nuevas que aquí me participa
una tía que tengo en Arequipa.
Y sin más requilorio
una carta pasóle al vejestorio.
Calóse el buen señor sobre los ojos
un grave par de anteojos,
el sobre contempló, rompió la oblea,
la arenilla quitó de los borrones,
examinó la firma, linda ó fea,
y se extasió media hora en los renglones.
Ya de aguardar cansada
—¿qué me dicen, señor? —dijo la bella.
Y el viejo echó á llorar diciendo: -¡Nada!
Has nacido, mujer, con mala estrella.
Asustada la joven del exceso
de llanto del anciano,
le preguntó:—¿Quizá murió mi hermano?
Y el viejo respondióle: —¡Ay! es peor que eso.
—¿Está enferma mi madre?
-Todavía, es peor cosa, hija mía:
no puedes resistir á esta desgracia…
yo, viejo y todo, me volviera loco.
—¿Qué ha sucedido, pues, por Santa Engracia?
—Que tú no sabes leer…, y yo tampoco.