Un fiscal con el delito timorato
y que nunca ha perseguido a los ladrones,
dizque quiere, cuando salga a vacaciones,
convertírsenos en nuevo candidato.
Este pobre país mío ya hace rato
necesita un gobernante con calzones
que les brinde a sus gentes emociones
diferentes del temor y del maltrato.
Yo no acepto que ahora sea presidente
un señor que ante el delito impunemente
se ha lavado las dos manos cual Pilatos.
La justicia no ha de ser algarabía,
ni instrumento de un Estado policía,
mucho menos trampolín de ciertos gatos.