Que mi pueblo a sí mismo se formula,
critica con razón la Medicina,
que hacerlo es ignorancia, y bien supina,
que de galeno todo el mundo se rotula.
Que el mejor tratamiento uno lo anula
si se toma por error una aspirina,
que las grageas no son una golosina
y que el torrente sanguíneo no recula.
Todo es cierto, el problema es conocido,
aquí de siempre lo hemos padecido,
mas ante él nada puede hacer la ciencia.
Porque aquel para quien solo existe olvido,
que a nadie tiene si está enfermo o si está herido,
tendrá que ser su doctor aun sin licencia.
Apreciado Dr. Oscar Humberto:
Nada mejor para el espíritu que encontrar estas notas.
Por favor, estamos esperando la siguiente y exquisita versión del Campesino Embejucao.
Mil bendiciones y un abrazo para Ud y la Dra.