“En memoria del valor y sufrimiento de todos los que murieron en combate intentando tomar la ciudad y el fuerte de San Felipe, bajo el mando del almirante Edward Vernon en Cartagena de Indias en 1741. Presentado por la Corporación Centro Histórico de Cartagena de Indias”.
Si no es porque lo publica El Tiempo, no nos enteramos del exabrupto.
O sea, que en Cartagena se le acaba de rendir tributo de admiración a los asaltantes ingleses que intentaron tomarse, a sangre y fuego, a la martirizada Cartagena.
Continúa la nota: “La placa pretende exaltar no solo al almirante inglés, sino a los cerca de 27.000 hombres que fueron derrotados por un puñado de españoles y esclavos, quienes solo contaban con nueve naves de guerra. La placa está ubicada al lado del almirante Blas de Lezo, el español que le propinó la derrota histórica a la armada británica”.
¡Increíble! O sea, que al lado del héroe español Blas de Lezo, el legendario guerrero que se quedó sin un ojo, sin una mano y sin una pierna, han puesto la placa que conmemora la supuesta gesta histórica inglesa de querer tomarse a Cartagena.
Claro que para los ya consabidos eufemismos, con los cuales aquí siempre se trata de explicar lo inexplicable y de justificar lo que no tiene justificación alguna, nunca faltan los que nos creen a todos una partida de imbéciles. La información de El Tiempo, en efecto, prosigue:
“El exministro Sabas Pretelt de la Vega, quien hace parte de la Corporación, al igual que el alcalde Vélez, salió a las críticas.
Pretelt le dijo al diario ‘El Heraldo’ que el objetivo de la placa es que reconociera por primera vez en la historia que el almirante Vernon, quien dirigió la operación de sitio a Cartagena por la tropa inglesa, fue derrotado en estas tierras.
“Esto es un hecho histórico, aquí no solo estamos homenajeando a los ingleses caídos, estamos homenajeando a los cartageneros que también perdieron su vida ahí, la placa lo dice claro, se habla de todos los que perdieron la vida”, dijo Pretelt”.
¿Sí dice eso? A ver, devolvámonos y leamos otra vez….No, no dice eso, don Sabas.
Continúa la nota:
“El exministro dijo que la placa ayudará a atraer a los ingleses a Cartagena”.
¿Sí, don Sabas? ¿Usted cree? Yo no…
Y sigue la nota:
“Aquí no hay ninguna polémica, esto es el resultado de la gente que no conoce la historia y que malinterpretó el sentido de la placa”, dijo”.
Mucho me temo, don Sabas, que polémica sí hay y que quien no conoce la historia es otro.
Y remata la nota:
“Por su parte, el alcalde de Cartagena dijo, ese día, que se develó la placa “en memoria a los que murieron en combate y también a los que intentaron tomarse la ciudad y este castillo en 1741 bajo el mando del almirante Edward Vernon”.
(…)”.
No, señor alcalde, ahí no cabe el “también”; la placa exalta única y exclusivamente la memoria de los ingleses que intentaron tomarse la ciudad y murieron en su empeño por culpa de Blas de Lezo y de las tropas bajo su mando.
Los que no saben leer, en fin, son el señor Pretelt de la Vega y el alcalde de Cartagena.
Porque, más allá de que digan que el texto dice lo que no dice y no dice lo que sí dice, lo que se quiso con la ya tristemente célebre placa fue adular al príncipe Carlos y a su esposa, quienes estuvieron de visita en Colombia y fueron recibidos con los honores establecidos en el protocolo para los jefes de Estado, sin serlo.
Definitivamente, no hay nada que hacer: somos un país de lambones.
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NOTAS AL MARGEN: La placa, don Sabas y el alcalde dicen que el asalto lo dirigió en 1741 “el almirante Vernon”. ¡Qué pena con los tres! En 1741, Vernon todavía no era almirante. Ese rango se lo dieron en 1745, o sea, según mi calculadora, cuatro (4) años después.
Y otra cosa, placa, don Sabas y alcalde: Vernon fue destituido de su rango. Y lo fue, precisamente, ¡vaya paradoja! por censurar el almirantazgo.
Ah, y una notica final, placa, don Sabas y alcalde: los homenajeados por ustedes intentaron tomarse a Cartagena con ciento noventa y cinco (195) buques de guerra, y fueron derrotados por Blas de Lezo, quien contaba con seis (6).
Con semejante dato, ¿sí era procedente el homenaje?
Porque ahí verán si aprovechan que el señor Carlos ya se fue y quitan ese adefesio.
Y es que uno tiene derecho a cometer un error.
A lo que no tiene derecho es a perpetuarlo.
Quo vadis, Pretelt y Alcalde? A exaltar a los que no entraron y abandonar la ciudad para que entren por medio del Sr. Carlos y su esposa, para resarcir la derrota. Gracias Oscar Humberto por ese análisis tan acertado. Juan Gossain tiene una charla montada que dura como una hora acerca de este tema y lo presenta con mucho detalle numérico de los contendores y el origen de don Blas de Lezo, que a los 15 años ya era capitán de navío.
Se demuestra una vez más lo insensatos e imbéciles que son estos dizque dirigentes. Pobre patria.
Seguimos siendo súbditos por nuuestra genuflexión a lo extranjero. No valoramos a nuestros héroes, gente que con más sentido de pertenencia y dignidad ofrendó su vida. Bueno, lambericas hay en todas partes.