Este pobre Estado nuestro ya no halla
cómo enviar a la cárcel tanto preso,
pues carece de prisiones para eso
y no sabe ya qué hacer ante tal falla.
Hoy en día nadie ignora que hay exceso
y el exceso hasta la voz del reo acalla,
es por eso que hoy la cárcel es muralla
donde muere la inocencia sin proceso.
No es llenando una estación de policía
o encerrando a los humanos cual jauría
como fin se le dará al hacinamiento;
el trabajo será siempre el tratamiento,
y la escuela, y el apoyo del talento,
y dar al niño dignidad, pan y alegría.
Corrigiendo y educando en los valores
cambiaremos a los reos por señores.
Cuando se invierta en educación, capacitación de formación laboral, cuando la consigna sea educar y no castigar…..ese día se descongestionarán las cárceles; se requiere buscar cultura del esfuerzo, no del facilismo.