NOTA DEL PORTAL: Después de haber publicado nuestra entrada titulada “José A. Morales nació en el Socorro, no en Tocaima, ni en Guaduas, ni en ninguna otra parte” (4 de octubre), descubrimos en nuestra correspondencia que Jaime Rico Salazar, Miembro Correspondiente de la Academia de Historia de Caldas, nos había escrito una nueva carta, esta fechada el 1 de octubre, para refutar las conclusiones de la investigación del periodista Puno Ardila Amaya según las cuales el maestro José A. Morales sí era socorrano de nacimiento y, por ende, santandereano de origen. Como por orden cronológico dicha misiva debía ir antes que nuestro artículo, y respetuosos, como siempre, de la libertad de expresión, nuestro portal inserta el texto completo de esa nueva carta remitida por el autor de La canción colombiana en el lugar donde corresponde, de modo que no se rompa la secuencia cronológica ni, por ende, el contexto del debate. La segunda y última entrada de nuestro artículo “José A. Morales nació en el Socorro, no en Tocaima, ni en Guaduas, ni en ninguna otra parte” la publicaremos, entonces, posteriormente, para darle cabida primero a la misiva del apreciado autor paisa.
“San José, Octubre 1 de 2015
Mi estimado Oscar Humberto:
Continuando con el tema del nacimiento de José Alejandro Morales, me dará mucho gusto en demostrarle que la historia que da don Puno Ardila de José A. Morales carece de veracidad y que están completamente equivocados.
Veamos
Primero : Dice don Puno: “José Alejandro Morales López nació en la Ciudad del Socorro, en el departamento de Santander, el 19 de marzo de 1913, en una finca cercana al casco urbano, de propiedad de su padre, el penalista Espíritu Santo Morales, y hoy de propiedad de la familia Silva Gómez. “Don Espíritu Santo”, como era conocido en la región, había empleado a la madre de José, Dolores López, para los oficios propios de una casa de familia…” y abusó de la empleada, la embarazó y nació el muchachito…
Ya se inventaron una historia truculenta para demostrar que José A. nació en El Socorro, parecida a la historia del Gardel nacido en Tacuarembó, le cambiaron el nombre a la madre, al padre e hicieron una novela para demostrar lo que para ellos es indemostrable, porque carecen de un documento que certifique el nacimiento de Gardel en Tacuarembó, una partida de bautismo que lo confirme y sí existen en Toulouse la partida de nacimiento y el Registro Civil que lo certifica. Ahora en El Socorro se inventaron otra historia parecida y por supuesto que carecen de algún documento que la valide. El padre de José Alejandro se llamaba Marco Tulio Morales, lo dice claramente la ficha decadactilográfica de la Registraduría Nacional de Colombia, que nuevamente le adjunto. ¿Alguna objeción a este documento? Bueno podrán decir que yo lo fabriqué. En el reverso de esta ficha están las huellas dactilares completas de José A. ¿Será que yo también las hice? Como se puede apreciar en la ficha de la Registraduría, la persona que escribió a máquina los datos, equivocó el apellido y puso HERNANDEZ, pero se dieron cuenta del error y con lapicero lo tacharon y colocaron a mano el… Morales. Este documento anula por completo la historia de don Puno Ardila…El padre de José A. Morales no se llamaba Espíritu Santo…se llamaba Marco Tulio. El documento de la Registraduría es oficial. ¿Será que la historia chueca de don Puno pesa más? Y que me dice de la Partida de Bautismo expedida en Tocaima, ¿tendrá más validez la historia sin documentos de don Puno Ardila? La historia se hace con documentos, no con bla, bla, bla…estimado Oscar Humberto…
Segundo: Veamos la continuación del texto de don Puno: “pero el nacimiento del niño, como es lógico deducir, generó una situación incómoda, puesto que don Espíritu era un hombre casado, de modo que no solo debieron enfrentar la negativa de la curia frente a la solicitud de bautismo del niño…” Y que por esa razón no existe la partida de bautismo en El Socorro.
De modo que la curia socorrana le negó el derecho del bautismo a una persona, por favor Don Puno, la Iglesia Católica NO le niega a nadie el bautismo, aunque haya nacido de un matrimonio ilegítimo o que no se hayan casado por ceremonia religiosa. Eso es de conocimiento universal. Y porqué Dolores López la madre de José A. sí lo pudo bautizar en la Parroquia de San Jacinto en Tocaima y no se lo impidieron, así quedara la constancia en el documento de que era hijo natural. Aunque su bautismo lo realizó cuando el niño tenía 7 meses de nacido. El sacerdote le dio seguramente un gran regaño por haberse demorado tanto en bautizarlo. También es importante saber que Dolores López dio como fecha de nacimiento de José A. el 9 de febrero de 1910 y la madre es la persona que más conoce las fechas de nacimiento de sus hijos. Aun cuando la ficha de la Registraduría hace constar que nació en el Socorro el 19 de marzo de 1913, ya sabemos que José A. alteró la primera cédula de identidad que tuvo, la de papel. Y de paso se quitó tres años.
Según la religión católica las personas que se mueren sin ser bautizadas se van para “el limbo” (otro cuento chino). La gran mayoría de los hogares campesinos o de bajos estratos en Colombia no se casaban, se “arrejuntaban”, (la costumbre se mantiene hoy en todos los estratos sociales). Se conocían en una romería, o en un día de mercado del pueblo, o en una fiesta, se gustaban y así de fácil el hombre le proponía a la muchacha que se fuera a vivir con él, lo dicen muchas canciones nuestras, veamos por ejemplo el torbellino de “Los Promeseritos” de María Antonieta Spolidore de Camargo, para recordar alguna:
“Ay, ay, ay Diosito mío
y alma bendita e mi agüela,
que el corazón me da brincos
y la lengua se m’enrieda
cuando trato de decirle
toito lo que quisiera;
Y un javorcito le pido
por lo que busté más quera:
y es que me diga untualito
si yo le gusto un tantico
y al mismo tiempo quisiera
venirse pa mi ranchito
paque sia mi compañera…”
Y por supuesto a los 9 meses llegaba el primer retoño y lo primero que hacían era llevarlo a la iglesia para bautizarlo porque de pronto se podía morir sin el bautismo, y se iba para el limbo… Seguramente cuando vivían en Guaduas, la pelea con Marco Tulio fue dura y el desplazamiento de ella para Tocaima le tomó algunos días y le impidieron el haberlo hecho más pronto. Y por supuesto que yo creo mucho en la constancia que da el compositor Raúl Rosero (Cuando lo entreviste vivía en Miami, no sé ahora donde se encuentre) cuando fue a Guaduas a comprobar los nexos familiares con José cuando le dijo. “Esta es la casita de mis padres, aquí también nació José Alejandro”. Y aun cuando esta historia es cierta, también quedaron documentos firmados. Los recibos que el hermano de José A. le firmó a la tesorería de Sayco cuando le dieron dinero en Guaduas por concepto de regalías. Después que él murió se las continuaron pagando a su hija Josefina, que por supuesto también tiene constancia escrita de esos pagos. De todas maneras, así sea completamente cierto el nacimiento de José A. en Guaduas no hay registro escrito que lo certifique, pero sí está la Partida de Bautismo de José A. en la Parroquia de San Jacinto en Tocaima. (Que ya le envié anteriormente) Este documento es la base legal para decir que José A. nació en Tocaima.
Un detalle negro si es cierto de la Iglesia nuestra. Hasta hace pocos años los colegios de sacerdotes o de religiosas no matriculaban a nadie que fuera hijo natural, hasta que por los múltiples reclamos el Gobierno les exigió derogar esta cláusula infame.
Pero el bautismo no se lo niegan a nadie en nuestras parroquias.
Tercero: Otro aspecto de la biografía que don Puno hace de José A. Morales es decir y asegurar que era analfabeto: “que un analfabeto –que jamás pisó las puertas de una escuela, ni siquiera para componer ese “Camino viejo” que habla de doña Inés y de su escuelita, que sería más por la añoranza de una educación formal que por la nostalgia de un ambiente educativo– pudiera haber sido funcionario del telégrafo, y mucho menos periodista”.
Como es posible entender que una persona que escribió letras tan bellas para su canciones, además de la música, (tuvo muchos amigos que le pasaban al papel pautado la melodía de sus canciones, porque nunca estudió música, tocaba el tiple de “oído”) pudiera ser analfabeto. Yo me atrevo a asegurar que José A. no asistió a un colegio de bachillerato, aunque el documento de la Registraduría diga que hizo secundaria, pero que sí fue a la escuela y aprendió a leer y a escribir bien, es un hecho. La letra de José tiene rasgos muy definidos, muy claros y seguros que denotan una educación adquirida. En esa época los maestros se preocupaban mucho porque los alumnos aprendieran a escribir bien. Los maestros de hoy no tienen ese mismo interés. Escriben en letras de imprenta y no conocen la escritura cursiva. Y hasta tiene dificultad para leer textos escritos en este estilo. Y su ortografía era excelente, otro detalle muy importante. Por supuesto que yo conozco personas con una gran formación cultural que cometen faltas de ortografía elementales.
Cierto es que José A. tuvo en el centro de Bogotá una oficina como Publicista y nunca estudió publicidad. En su tarjeta de presentación personal se hacía pasar como publicista, igualmente la ficha de la Registraduría dice que su profesión era Publicista y también figuraba como periodista y nunca estudió periodismo. Además fue Gerente de la revista Santanderes y director de la revista Oriente. Una persona analfabeta ¿podría ejercer estas funciones?
Cuarto: Dice don Puno que: “Y no solo le compuso al Socorro “Pueblito viejo‟, popularizada con un lamentable error de texto en la interpretación de Garzón y Collazos, que, como muchos han dicho, con ese tema hubiera tenido para inmortalizarse…”
Y no sé cuál es el error de texto que Garzón y Collazos cometieron al interpretar su canción “Pueblito viejo”. Les adjunto la letra de la canción como José A. la escribió en su cancionero personal, escrita a máquina, respaldada con su firma y escuchen a Garzón y Collazos interpretando la canción. Le hacen dos pequeños cambios a la letra. Cantan “por ti aprendí a querer” y la letra original dice “en ti aprendí a querer” y luego cantan “hoy que vengo a tus lares” y la letra original dice “hoy que vuelvo a tus lares”, yo no veo entonces cual fue el lamentable error que cometieron Garzón y Collazos”.
Quinto: Anota don Puno que “Su universalidad se dibuja en la variedad de los ritmos de sus 213 obras, patente en su primera canción, Marta, tango-canción, y en la última, “En una noche de abril‟, bolero-balada”…
Yo tengo en mi poder copia del cancionero que José A. elaboró en vida, en un folder, con todas las letras de las canciones que compuso, escritas a máquina, en algunas está la fecha de composición y todas están firmadas por él. Son 237 canciones. La última canción que figura en su cancionero es “En una noche de abril” que compuso el 14 de mayo de 1977. A don Puno le faltan varias. (Ver la copia de “Pueblito viejo” que adjunto).
Y por supuesto que hay mucho tema para hablar de José A. Morales. Sus datos biográficos que escribí en el libro de “La Canción Colombiana y su historia” obra UNICA en la literatura musical colombiana, están muy completos y ajustados a la verdad histórica. La encuentran en la página 341 de la obra. El libro ya está agotado, pero el Ministerio de Cultura lo puso en todas las bibliotecas oficiales de Colombia y de América, desde Canadá hasta Argentina, para quienes quieran consultarlo.
Espero mi estimado amigo Oscar Humberto haber sido lo suficientemente claro para demostrarle que José A. Morales no era santandereano de nacimiento, pero sí lo fue de corazón.
Cordial saludo de
Jaime Rico Salazar”