Siempre que hacia el pasado
mires con rabia y dolor,
más bien recuerda el amor
con que ayer fuiste tratado;
Siéntete feliz y honrado,
y hasta con placer y gusto,
si ha sido algún juez injusto
el que te ha sancionado;
Gracias dale a tu Señor
por la vida, inmenso honor
y gran favor que te ha dado;
Y piensa en si tu ofensor
te haría sentir mejor
poniéndose de tu lado.