No niegues a nadie un pan,
Para que el día de mañana,
Cuando tus cosas no salgan,
No vayas hambre a aguantar.
No dejará de brillar
El sol en cada alborada,
Y nunca te pedirá nada
Por tu frío calentar.
Si alumbras la oscuridad
Orientarás tu pisada,
Mas con la luz proyectada
A otros auxiliarás.
Tú mismo comprobarás
Que al cabo de la jornada
La rueda por ti impulsada
No ha dejado de girar.
Y que si arriba hoy estás
Mañana habrá una bajada,
Otro ascenso, otra tumbada,
Y de nuevo subirás.
La tómbola ha de rodar
Sin que puedas hacer nada,
No tienes ni que impulsarla,
Ella sola vueltas da.
Ayuda al mundo a soñar,
Y verás cómo mañana,
A más de alegrar tu alma,
Tu sueño harás realidad.