Si juez has sido nombrado
no humilles al litigante
no vaya a ser que adelante
tú seas el humillado.
Me cuentan que un magistrado
menos sabio que arrogante
se la pasa hoy mendicante
entre juzgado y juzgado.
Y el que ayer era importante,
que al caminar no era andante,
pues levitaba el doctor,
hoy observa con pavor
que aquel que no siembra amor
recoge odio… ¡y bastante!
Muy buen poema; y no solo para el ex juez; es la ley de la vida: El camino que hemos de recorrer, otros lo harán después y nosotros iremos de salida.