Estoy leyendo el escándalo del día
En esta pobre nación atribulada
Donde nunca al final sucede nada
Y justicia pedir nos da afonía.
Lo de siempre: esta misma algarabía,
La protesta que termina silenciada,
La denuncia, que a la postre es ignorada,
La verdad, que cedió a la cobardía.
Estoy leyendo que la sal se ha corrompido,
Que Dios es hoy el dinero mal habido,
Que la moral se murió de indiferencia,
Mas después, al mirarme en el espejo,
Ratifico que es mejor llegar a viejo
Sin cargar vergüenza alguna en la conciencia.
Sinopsis poética de la situación de nuestro país. El mejor homenaje que podemos hacerle es darle nuestra muestra de honestidad.