“Se puso el café a cuarenta”
Mi madre entonces decía
Si más difícil se hacía
Sobrellevar la tormenta.
De aquello yo me di cuenta
Una mañana en el Tía,
Pues un letrero advertía
Del grano el precio de venta.
Hoy al saber, asombrado,
Que el día final te ha llegado,
Con mi pañuelo en el viento
Quisiera, Tía, despedirte,
Y con nostalgia decirte
Tu cierre cuánto lo siento.
___________
[FOTOGRAFÍA: El almacén TÍA en los años 60.
Cada uno tendrá historias por contar. En mi caso “iba con mí tía Sofia, a comprar al Tía”. Además historias de amor y de paseo, cuando se le visitaba para “vitrinear”. Solución para damas en lograr algunos pesitos, laborando en turnos y/o temporada. Gracias Tía, por haber existido.