Ahora cualquier rufián
Un libro escribe y publica,
Y si las cuentas lubrica,
Platillo y bombo le dan.
En cambio, el que busca el pan
Con los libros que fabrica,
Aunque su pluma sea rica,
No pasa nunca el zaguán.
Si no es tu obra violenta,
De asesinatos sin cuenta,
No busques casa editora,
Que ya el amor no es de ahora,
Y el mundo hoy solo devora
La historia cruel y sangrienta.
Por fortuna el gran Cervantes
Vivió en los tiempos de antes.