Cuentan que un rey soberbio y corrompido
cerca del mar, con su conciencia a solas,
sobre la playa se quedó dormido;
y agregan que aquel mar lanzó un rugido
¡y sepultó al infame entre sus olas!
Hoy, bien hacéis ¡oh déspotas del mundo!
en estar con los ojos siempre abiertos…
porque el pueblo es un mar, y un mar profundo
que piensa, que castiga y que, iracundo,
os puede devorar. ¡Vivid despiertos!
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JULIO FLÓREZ. Poeta colombiano. [Chiquinquirá, Boyacá, 22 de mayo de 1867 – Usiacurí, Atlántico, 7 de febrero de 1923].
Versos para todos los tiempos. Gracias por esta belleza de versos.
Versos precisos de un hombre consciente.
La maldad es fuerte y permanece unida; tanto, que vive protegida por las leyes que a sí mismo ellos proclaman. Los “honorables senadores” no se hicieron presentes al momento de votar el estatuto anti-corrupción, precedido del apoyo total antes de su votación. Lo que más me sorprende no es la maldad de los malos!!!!
Ojalá ese pueblo se una para sepultar a los malignos.
Cuánta maestría y sabiduría en estos versos.
Muy actualizadas palabras.