POESÍA SANTANDEREANA (III). Por Óscar Humberto Gómez Gómez

NOTA DEL PORTAL:

De nuevo, por tercera vez, queremos exaltar, y que viaje por Internet – ojalá lo hiciera hasta los últimos confines del mundo – el hermoso legado poético que ha ido dejando la galana pluma de los rapsodas oriundos de estas breñas.

El paisaje nativo, el amor, la protesta, la alegría, la tristeza, la amistad, el Hacedor y, en fin, el inmenso espectro multicolor de la vida, y por supuesto la incierta perspectiva de la muerte, han sido temas recurrentes en la poesía terrígena de nuestro departamento, como permite verificarlo cualquier repaso que se haga sobre la producción literaria de nuestros vates.


Aquí están, pues, estos versos, correspondientes a diferentes momentos de nuestro devenir histórico, todos ellos emergidos de la sensibilidad del alma y la exquisitez en el manejo de la lengua castellana.


Contribuir a la divulgación de este valioso tesoro es otro de nuestros aportes a la lucha que nos hemos propuesto por lograr que Santander logre el rescate de la memoria cultural que fue perdiendo.

________

 

DESDE EL OLVIDO

 

 

Tú me dices: Adiós…Yo, no respondo.
Sabrás que no dejo de quererte.
Que ni un instante dejaré de verte
de mi pecho llevándote en el fondo.

Fuiste sombra ligera…Mas muy hondo
quedaste en mí, que aún sin conocerte
ya presentí lo amargo de mi suerte
y vi llegar la pena que hoy escondo.

Quisiera odiar tus ojos siempre esquivos,
¡pero no puedo!, fueron compasivos
sin amarme sonriendo a mi quebranto…

Y cuando a ti mi pensamiento vuela
la inmensidad de estrellas se constela
como una rubia floración del llanto.

PEDRO GÓMEZ VALDERRAMA (1916 – 1992).

 
______

 

BRINDIS

 

 

Me gusta el champán
y el vino rojo y seco,
porque tiembla en mis labios,
y me incita la boca
para el beso.

Siento que mi cuerpo,
está hecho de espumas,
como el de Afrodita,
en las noches de luna.

Pero no estás conmigo
en esta noche alegre
de bohemia y de risas.

Solo me acompaña
el vino rojo y seco,
empinando mis sueños,
que se pierden,
como una voz,
una brisa,
una sonrisa,
un eco.

MARY REY DE QUINTERO

 

_________

 

ALGUIEN

 

 

Alguien vino a tocar la puerta.
Alguien entró y tomó agua de mi boca,
se paseó por mi rostro y por mi asombro
y dejó algo olvidado entre mi pelo.
Alguien se fue sin que yo lo notara
y necesito devolverle su olvido.
Si alguien lo ve, dígale que vuelva.
No sé en qué abismo
podré encontrarlo nuevamente.

LUZ HELENA CORDERO VILLAMIZAR

 

_______

 

DEFINICIÓN

 

 

Es la emoción la clave
que suelta en lo profundo
los ímpetus del vuelo;
basta el temblor de un ritmo
para salvar un mundo
y cabe en una lágrima
la plenitud del cielo.

AURELIO MARTÍNEZ MUTIS (1884 – 1954).

 
______

 

ROMANCE DEL RECUERDO

 

 

Qué haré yo con este encaje
de pena blanca y cintillos,
que me enredaron al alma
con alfileres de olvido.
Si el aire me está siguiendo
como un espejo en mil visos
y me copia, ay! el recuerdo
con luz de puñal en filo.

La noche se está marchando
porque hay un lucero en brillo,
quién le apagara esa estrella
para alargarle el camino!
Ay, que si viene la aurora
traerá una forma de niño
y hará de mi pena un juego
para sus manos de hilo.

Los horizontes me tienden
sus brazos de senda, amigos,
sobre esmalte de esmeralda
como cordones de lino.

Si no fuera por mi sombra
qué no daría por seguirlos!
Aunque llevara en el aire
la luz de puñal en filo.

Luna: regálame el cuento
de tu cantar de oro fino,
yo lo mostraré a mi sombra
para que siga conmigo.

Préstame ruta el desfile
sin fin que ha visto tu limo,
yo lo mostraré a mi sombra
que ya me sigue sin bríos.

Ay, qué haré con este encaje
de pena blanca en cintillos,
dolor que duele sin llanto,
llanto sin cristales líquidos.

Quién me cambiará esta espina
por un perfume de lirios?

GUSTAVO COTE URIBE (1918 – 1994)

 

________

 

METAMORFOSIS

 

 

Deseando tener cuanto no tuve
por fin terminará mi errar sombrío,
desandando en la tierra cuanto anduve
y deseando ser mar sin ser aún río.

Creyendo mío cuanto aquí retuve
sintiendo ajeno cuanto aquí era mío,
de esta experiencia que en el mundo hube
sólo me queda un hórrido vacío.

Con alas de demonio o de querube
baja al infierno o hasta el cielo sube
la vida, que es humano desvarío.

Y luego, tras un breve escalofrío,
me transformaré, como la nube,
en un trémulo espejo de rocío.

RAFAEL ORTIZ GONZÁLEZ (1911 – 1990)

 

______

 

¡Gracias por compartirla!
Esta entrada fue publicada en Blog. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *