Así te cuida Dios desde los cielos,
Jardín perdido del glorioso Edén,
eres tú para él dicha y desvelo
como lo es la gran Jerusalén.
Pueblo del alma, venturoso suelo,
los mismos celos siento yo también,
cada noche mi espíritu alza el vuelo
mirando todo, ¡si se encuentra bien!
Duerme tranquila, mi encantada Villa,
ve de mañana a elevar una oración,
que sea simple en su virtud sencilla,
y sea sincera en singular pasión.
Sé agradecida y dobla tus rodillas…
¡Yo haré lo mismo desde el corazón!.
Napo
Waukegan, Illinois 19 de Junio 2020