Mientras duermo, que soy niño yo sueño,
Ahí estás: en la magia del comienzo,
Te veo, madre, otra vez de pelo negro,
Inclinada en el corral con el tetero,
Llega tu voz, tu regaño, tu consejo,
Diviso tu sonrisa en el espejo,
Entro en tu regazo y me despierto.