Nada más grato que descubrir, año tras año, quiénes son los que se llevan el Nobel en cada una de las modalidades: Medicina, Física, Química, Literatura, Paz y Economía; y aún más que conocer nombres y las nacionalidades, tratar de entender cuáles han sido sus increíbles descubrimientos o innovaciones consideradas altruistas relacionados con las investigaciones, descubrimientos o las notables contribuciones hechas en bien de la humanidad.
Para muchos colombianos, el interés se centra en los tres primeros (Medicina, Física y Química), ya que de los otros tres: lo narrado por el ganador de Literatura se imposibilita apreciar por faltar una traducción oportuna; el de Economía por consistir de teorías, desarrollos o aplicaciones de modelos dinámicos abstrusos y futuristas; del de la Paz, que no se diga nada: nosotros los parroquianos, nada ilusionamos en relación con obtener dicho galardón, establecido como Nobel pacifista. La razón: año por año, sufriremos de la misma frustración al no ver adjudicado a nuestro presidente dicha presea, quien devanea sesos y malogra esperanzas, cada vez que la guerrilla le exige más entrega de país sin la existencia de una real dación de armas o alguna otra contraprestación; la toma del parlamento y el poder a través de una constituyente refrendadora de los acuerdos en la Habana sin que dejen de asesinar ni secuestrar inocentes, atentar contra la infraestructura del país; y, acabar los alargues dilatorios sin compromisos serios; además, tener que disputarlo con Malala, la niña pakistaní que llegó al estrellato por tener la fortaleza de no acatar la ley de la Sharia musulmana y radical impuesta por un totalitarismo dedicado a no permitir un modelo educativo secular distinto al tradicional establecido por los dogmáticos.
Veamos el de Medicina 2014. Aplicando un exacerbado idealismo y optimismo en relación con sus propósitos innovadores relacionados con la función cerebral, luego de ensayos y errores propios del sistema racional empírico, se ha descubierto a prueba de fallas, el modo y cuáles células nerviosas focalizadas en el hipocampo, logran activarse dependiendo del lugar donde se encuentre la persona, lo que permitirá a los individuos orientarse en el espacio; saber dónde se encuentran. También la existencia de células capaces de generar sistemas de coordenadas que permiten el posicionamiento preciso. Cómo abrir camino en entornos complejos, y cómo habremos de movernos para sobrevivir. Sin que lo hayan dicho; muchos políticos deberán tener atrofiadas dichas células y muchos ciudadanos…tenerlas pero en desuso.
El de Química es más interesante. Se ha descubierto un microscopio (nanoscopio), que permitirá inmiscuirse en la vida íntima de las células y sus procesos. En un futuro podrá verse la relación funcional de contacto entre las terminaciones de las células nerviosas. Acabaron de joderse políticos y negociadores.
Por último, el de Física fue adjudicado a quienes descubrieron el LED. “Con la llegada de las lámparas LED tendremos alternativas más durables y eficientes que las antiguas fuentes de luz”, añade el comunicado de la Real Academia de Ciencias de Suecia. ¡Ilumínanos señor!