Ha habido otro remezón
con epicentro en Los Santos,
pero a pesar de ser tantos,
este trajo conmoción.
Se estremeció la nación,
hubo angustia en unos cuantos,
y se anunciaron espantos
de medianoche, a montón.
Con tanto honorable preso,
con tanta trepidación
en Justicia y en Congreso,
yo pensé que aquí, por fin,
se había acabado el tilín…
pero no: ¡aún no era eso!