AGONÍA. Por El Diablillo del Parnaso

DIABLO

 

Y ahora que respondas ante el Cielo
por todo lo que has hecho y lo que fuiste,
cómo vas a explicar lo que tú hiciste
y la sangre que vertiste en nuestro suelo.

El llanto que enjugó con su pañuelo
la viuda a la que viudez trajiste,
fue acaso para ti tan solo un chiste
y a nadie le ofreciste tu consuelo.

Que tu vida era eterna te creíste,
de amor o de piedad nunca supiste,
del otro te reíste en pleno duelo;

hoy, en tu postrer y gris desvelo,
quisiera preguntarte, tiranuelo,
a qué sabe el desconsuelo y estar triste.

 

¡Gracias por compartirla!
Esta entrada fue publicada en Poesía. Guarda el enlace permanente.