Semana de turismo por Santander // Por: Manuel Enrique Rey Sanmiguel.

Manuel-Enrique
Es frecuente preguntar qué clase de turismo pueda hacerse durante una semana en un departamento específico en Colombia. Aprovechando la oportunidad, durante la Semana Santa pasada, de viajar por Tierras de Santander, no pude resistir la tentación de relatar peripecias pretendiendo disminuir la resistencia cultural existente, consistente en que solo viajando a occidente o a la costa se posibilita banalizar la maravilla y lo mágico de fenómenos naturales que entrecruzados con otras maravillas incluidas las marinas, de su entrelazamiento el turista permea el lazo que une lo agradable físico con lo metafórico de un solaz idealizado, que constituyen la razón de batir alas en la búsqueda de vuelos de dicha por tierras de promisión.

El viaje comenzó el domingo 20 de marzo desde Bucaramanga cuando el reloj marcaba en la alborada las 7. Aún no he podido entender la razón gastronómica consistente en que a medida que me alejaba en dirección hacia el sur, en los restaurantes la carne de pollo y de pescado fue volviéndose escasa cambiando la vacuna fresca y la papa por deliciosa oreada caprina, yuca y arepa de maíz pelado con sabor a chicharrón de marrano. El arroz se volvió morcilla, la salchicha chorizo, la gaseosa y cerveza chicha de maíz y guarapo el cual es obtenido de la dulce panela obtenida en trapiches que ya en Piedecuesta dormitan al margen de riachuelos y más adelante en las vegas del Fonce, del Pienta, del Suárez…

Día uno gastronómico: El centro de gravedad del guarapo y del cabro, de la yuca pigmentada de rutilo y carbohidratada de almidón, de la arepa de maíz pelado con lejía caustica indudablemente es Barichara y Guane, dos hermosos y antiguos municipios indígenas incrustados a volanta cordillerana central de manera que si no fuera por los eólicos del Fonce y la abigarrada Sierra de Yariguies, cuando se baja a la calurosa tierra cuyo nombre hace honor a la etnia Guane, se pensaría estar descendiendo al caluroso infierno de Dante expulsados de Barichara y tierras del cacique Chanchón, mientras por similitud podría confundirse el camino con el abrupto y solitario recorrido hecho por Virgilio a la búsqueda de la casta y púdica Beatriz pero en sentido contrario.

De los siete días, uno obligado deberá dedicarse a lo gastronómico y las compras. No solo al cabro y a lo etílico, sino a degustar dulces de leche, guayaba y reposterías, a comprar artesanías de barro cocido del color del ocre y sol de los venados, a capturar fotográficamente precipicios y cañones, cuevas y montañas altivas e inexploradas, infinitas y brumosas.

Día dos eclesial. La influencia religiosa que España ejerció como parte del dominio político durante más de trescientos años de colonización y despotismo es posible observarla en iglesias coloniales pequeñas en pueblos cuya fundación se remonta al gobierno espiritual del clero español en tiempos del imperio; y también en construcciones republicanas de obligada visita, muchas de ellas monumentales localizadas en pueblos de la región guanentina y comunera, especialmente en San Gil, El Socorro y Barichara.

Para valorar la importancia de lo religioso en el aspecto fundacional de dichos pueblos comenzaré por la Ciudad del Socorro, debido a que iglesia y poblado fueron establecidos un 16 de junio de 1683 por intermediación como era costumbre de un cura doctrinero que despegaba su celo apostólico tratando de catequizar indios y obtener congrua, lo que aunado a un milagro que corría de boca en boca relacionado con la aparición de la Virgen María ante una emergencia. De ahí el nombre del pueblo llamado el Socorro que en palabras pocas significa ayuda.

El suntuoso monumento fue construido y embellecido en un milagroso tiempo de ochenta y un años (1873-1954). El área de su estructura rectangular es de 2.000 metros cuadrados, los muros de metro y medio de espesor hechos en sillares de piedra labrada de un tono gris claro con vistosas vetas amarillas, rojizas y magenta. Su estilo: románico del Renacimiento toscano en sus detalles interiores y exteriores.

En las grandes iglesias es obligado admirar la majestuosidad y elegancia constructiva de frontispicios de perfecta y simétrica altura resaltados por gigantescas columnas que sirven para sostener los cornisones que parecieran volar en airosos tímpano y cruz de grandes proporciones; las puertas y los vitrales, los consabidos rosetones o ventanas circulares, las esbeltas torres, las cúpulas semiesféricas, los relojes y los campanarios, los olores, los silencios, los claroscuros. Las criptas funerarias y las sacristías, los arcos de medio punto y armazón en bovedilla, los basamentos y esbeltos capiteles, la nave central y capillas laterales de magna suntuosidad, los confesionarios y el sitio olvidado y solariego donde antaño cantó un coro de ángeles acompañado de un órgano, los cuadros de pintores famosos y las placas conmemorativas; en fin, un maravilloso compendio arquitectónico e histórico dedicado al culto, a la devoción, a la advocación milagrera y la oración, al santuario; al peregrino y al turista. La iglesia dentro del rango de las pequeñas que por su altar en tríptico áureo es digna de visita es la del pueblo de Confines a escasos veinte minutos del Socorro.

Día tres: Valle de San José, Páramo y Charalá. Apenas se sale de San Gil en dirección oriental podría llamarse sin temor a equivocarse el recorrido: “El tour del agua”. Agua brota en cascadas de la montaña, en riachuelos y quebradas que benefician al Fonce tributario del Suarez que tiene por padres al Táquiza y al Pienta. El Fonce maravilla por constituirse en sus orillas una importante zona de producción agropecuaria. De allí se obtiene buena porción del fique requerido en artesanías de tipo tradicional, la agroindustria panelera, la producción de café y tabaco. Para los amantes de la aventura: el canotaje, la espeleología, el torrentismo y el rapell.

Imposible luego de atravesar el Fonce no visitar un pintoresco pueblito republicano llamado Valle de San José, no degustar en el restaurante de doña “Eustaquia” famoso en la región por el chorizo cocinado en miel de guarapo, la rellena, la yuca, el arequipe, la jalea de guayaba y pare de contar. En el pueblo de Páramo, de clima tropical, las cascadas de Juan Curí, la Cueva del Indio de un kilómetro de extensión, el Santuario de Nuestra Señora de la Salud de devoción Mariana por haberse aparecido la Virgen a una niña humilde y campesina. Es tradicional tomar agua bendita para recuperar la salud perdida. Los campesinos de Santander entierran botellas con agua de la fuente para que llueva en sus lugares de origen.

Aún habrá tiempo para rematar el día en Charalá, municipio hermoso de Santander con razón llamado: Cuna de la Libertad de América por sus aportes a Revolución Comunera, por haber nacido allí próceres como José Antonio Galán y José Acebedo y Gómez el tribuno del pueblo autor de la famosa arenga veintejuliera.

“No dejéis escapar si deseáis buen turismo, esta ocasión única y febril”.

Día cuarto: San Gil-Panachi-Curití. “Si pasas por San Gil amigo mío, por las bravas tierras de Santander, tu paso has detener” y cruzarás por el puente que conduce al parque Gallineral. Ojalá coincida el día de la visita a San Gil con el día de mercado: versátil, inmenso, incomparable en comidas, animales, artesanías y precios.

De parque Panachi y conocedor de los atractivos turísticos de nuestro país diré que por su natural imponencia cordillerana y serpear a lado y lado en su parte baja el río Chicamocha que le da nombradía, indudablemente que es la belleza natural más relevante de nuestro país. Sugiero viajar en teleférico a la Mesa de los Santos, que no es el lugar de nacimiento de la familia de Juan Manuel, cuyo apellido paterno es santandereano (de Coromoro).

De regreso entrar a Curití pueblo de artesanos de fique y hermosos balnearios. Seguramente interesará profundizar el conocimiento sobre de quién es la estatua de medio busto colocado en el atrio de la iglesia cuya placa reza Enrique Santos Galvis (1848-1900). Enrique fue el abuelo del actual presidente de Colombia y terminó suicidándose. José María Santos Plata hermano de la heroína guerrillera más famosa de la región Antonia Santos Plata fusilada en el Socorro a las nueve y media de la mañana del 28 de julio de 1828 tres días después de la batalla del Pantano de Vargas casó con Facunda Galvis y fueron los padres de Enrique Santos Galvis. Por tanto la guerrillera republicana Antonia Santos Galvis es tía bisabuela de Juanpa si la genealogía no falla.

Día quinto: termino mi turismo por tierras de Santander. Dos días adicionales, el primero y el último, son de viaje. El quinto decido permanecer en el Socorro. Desayuno en la plaza con frutas de estación, caldo teñido, tamal, pan de Aratoca, queso boyaco y chocolate casero. Durante el día visito la Casa colonial de la Cultura donde se encuentra la tumba de José A. Morales; el Convento de los Capuchinos donde se dio el grito de independencia el 9 de julio de 1810 que sirvió de refugio a monárquicos y republicanos. De vuelta desde allá a Bucaramanga o lo contrario, desayuno a cualquier hora del día en el ramal de Aratoca. Me chupo los dedos.

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MANUEL ENRIQUE REY SANMIGUEL: Ingeniero químico de la Universidad Nacional de Colombia, empresario, escritor e historiador santandereano. Miembro Correspondiente de la Academia de Historia de Santander. Cofundador del Festivalito Ruitoqueño de Música Colombiana.

¡Gracias por compartirla!
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3 respuestas a Semana de turismo por Santander // Por: Manuel Enrique Rey Sanmiguel.

  1. Clara Sofia González B. dijo:

    Al leer su texto dan muchas ganas de visitar las tierras santanderianas.

  2. Buenas Noches.

    Señor Manuel Enrique Rey Sanmiguel: He leído su blog, y me gustaría tener contacto con usted, estoy investigando sobre Demetrio Paredes el fotógrafo y el tema La fotografía en Colombia. Me gustaría encontrar documentación sobre la biografia de este fotógrafo, mi correo es olgahparedes@gmail.com y estoy en Bogotá. Le agradezco me escriba sobre el particular.

    Bendiciones,

    Olga Hernández Paredes

    • Santander en la Red dijo:

      Como se indica en la barra, la nota de Manuel Enrique Rey se publicó en la sección LA PLUMA AJENA. Ello significa que este NO es su blog.

      En todo caso, hemos publicado el mensaje por estar dirigido a él.

      Cordial saludo.

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