ALCALDADA. Por: El Diablillo del Parnaso.

DIABLO

Ahora hasta de rezar

Se quiere hacer prohibición,

Y no se pierde ocasión

Para a Dios vapulear.

 

Ya es añeja tradición,

Que en cierta ciudad del mar,

El concejo, al comenzar,

Eleve alguna oración.

 

Armó el alcalde un ciclón

Pues quiere la invocación

Del cabildo desterrar.

 

Persiga, alcalde, al hampón,

Al funcionario ladrón,

¡Y deje a Dios saludar!

 

¡Gracias por compartirla!
Esta entrada fue publicada en Poesía. Guarda el enlace permanente.