Fue Carlos Lleras Restrepo
Un presidente honorable,
De genio muy poco afable
Y presto a poner el chepo.
En lo anterior no discrepo,
No encuentro quién de él mal hable,
Excepto que era inflamable
Al roce, como es el repo.
Pronto estará en el billete
De cien mil, y yo en el brete
De convertirlo en cambiable.
Que ojalá no sea imitable,
Que siga siendo confiable
Y alcance para un… ¡sorbete!