Si te sigo cultivando, Poesía,
Es tan solo por lo mucho que te quiero,
Podrás no producirme tú dinero,
Pero eres la mayor riqueza mía.
Ayer, cuando el dolor sobrevenía,
Tú eras mi calmante pasajero,
Hoy contigo en el papel me hago viajero,
Cada vez que mi espíritu se hastía.
Si estoy triste, tú logras que sonría,
Calidez das a mi alma si está fría,
Eres luz que ilumina mi sendero,
Cuando ayer en la mesa pan no había,
Tú nutrías mi esperanza cada día.
¡Que me sigas animando es lo que espero!