Le parece al tal ministro Carrasquilla,
Ese mismo de unos bonos muy aguados,
Que no están nuestros recursos bien gravados
Aunque el pan se coma ya sin mantequilla.
Lo que oigo por ahí en las comidillas
que se escuchan con fervor por estos lados
Es que ese que nos tiene amenazados
A los grandes no les hace ni cosquillas.
Ese cuento de impulsar la gran empresa
Porque así hay más trabajo y más riqueza
Es la misma vieja treta que me afana,
Pues al fin se grava más al que trabaja
Y entretanto aquel que obtiene la rebaja
Por extraña “coincidencia” es el que gana.