Que a los hombres cuando son indelicados
Haya otros que les lancen flotadores
Solo prueba que también estos señores
Tienen cuentas por pagar en otros lados.
Nadie escucha con oídos taponados,
Ni teniendo ya por dados los favores,
Que lo hagan los que llaman senadores
Habla mal del que llaman el Senado.
Si hoy virtud es lo mismo que pecado,
Y no tiene la honradez significado,
Nos hallamos del final en los albores;
Si el corrupto con su juez está de amores
Y mi pueblo les aplaude y echa flores,
Fue este suelo para nada libertado.
Los séquitos del aplauso son iguales o más corruptos, ven en el inculpado su personalidad y la solidaridad le ofrecen, ya que si cayese, caerían ellos también.