EL CANTO DEL PAVO REAL. Por: El Diablillo del Parnaso.

 

Como tenor, un brillante penalista,
Como jurista, un magnífico cantante,
Como persona, un molesto petulante,
Como político, un sagaz oportunista.

Hoy nos toca soportárnoslo de artista,
Reconocer que solo él es importante,
Y aceptarle su altivez que, desafiante,
Califica de “mamerto” al no “uribista”.

Oh, tiempos estos de confuso estercolero,
Oh, duros años en que a veces llorar quiero
Al ver a quiénes se les llama cicerones,

Hoy, que canta un Pavarotti de tercera,
Solo me queda el auxilio de la cera,
De la sordera o talvez de unos tapones.

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