Noviembre triste
(Poesía)
[A Nylse Blackburn, compañera de horas lánguidas]
En plena enfermedad ella me quiere,
en plena enfermedad ella me ama,
a pesar de mis quejas doloridas,
a pesar de los aromas de farmacia,
de que no haya caricias, ni ternezas,
de que no haya de romántico en mí nada,
porque el amor no sólo son pasiones
en ambientes matizados de fragancias,
de susurros que despierten los sentidos
y de exóticas colonias importadas;
el Amor es también un lecho triste,
una voz de fortaleza ante las lágrimas,
compartir si los sueños han partido,
sonreír si se tiene triste el alma,
aliviar el dolor del ser querido
y enseñarle en el dolor lo que es templanza.
En plena enfermedad, ella me besa,
a pesar del sudor entre las sábanas,
de la fiebre y la visión de los remedios
y del tedio de una tarde solitaria,
porque el amor no sólo está en las fiestas,
en la música, el licor, la luz, la danza;
está también en la mano que te estrecha,
está también en los brazos que te abrazan,
está también en los labios que te besan,
está también en la voz que te levanta
cuando tienes tu cuerpo tan enfermo,
que no hay lugar en ti para la farra.
En plena enfermedad, ella me quiere,
en plena enfermedad, ella me ama,
entre frascos que no son de güisqui o brandy,
de ginebra, de vodka o de champaña,
que tan sólo son las pócimas de siempre
con que dicen curarnos cuerpo y alma;
y lo hace, a pesar de que no suenen
canciones tropicales o románticas,
ni que pueda yo tomarla por su talle
y pegarle mis mejillas a su cara,
porque el amor no permite siempre el baile,
ni la visita en el sofá bajo una lámpara,
sino que a veces se viste de dolores
y desvanece por completo los colores
para enseñarnos que hay Amor en la batalla.
En plena enfermedad, ella me besa,
a pesar de mi tristeza o de mi rabia
por las molestias que da la incertidumbre
y la pérdida de fe en nuestro mañana.
Y lo hace con amor que me sorprende,
que me agrada, que me abruma, que me halaga,
porque el amor no son sólo ramilletes,
sino también estiletes y punzadas,
porque a veces se viste de dolores
y desvanece por completo los colores
para enseñarnos que el Amor es Esperanza.
Es un poema muy hermoso, que nos enseña a ver más allá de las cosas superficiales y efímeras de la vida.
¡Qué poesía tan hermosa y tan real! Felicitaciones por tener el don de escribir y deleitarnos con poemas que llegan al alma.
Hermosísimo poema.
Dr. Óscar Humberto: “Noviembre triste”, es un poema de amor, como bien lo dice Sara Plata. Repasando mi diario, en el año de 1974, yo enamorado platónicamente de una linda zapatoca, estudiante de la UNAB, después de haber pasado 6 años interno en Zapatoca y Barrancabermeja, escribía lo siguiente:
Talvez difícilmente encuentre
otra niña tan buena en la ciudad,
que irradie dulzura y hermosura
y tenga para mí especial ternura,
como piensa y cual sincera siente
esa china de la UNAB.
Eso lo escribí embelesado por las bellezas de mujeres que siempre ha tenido, esa universidad. También acotaba: el amor puede ser sensual, espiritual o platónico, y racional. Para que exista un amor verdadero, deben darse las siguientes condiciones:
1º Selección: no se ama sino a una sola persona.
2º Abnegación: primero tú, después yo.
3º Unión: al lado de quien es amado.
Aprovecho la oportunidad de saludar al mejor periodista de Santander, mi apreciado amigo don Rafael Serrano Prada, quien me dio la oportunidad de hacer prácticas en la radio, al lado del gran José Antonio Churio, en el año de 1973.
ALEJANDRO GÓMEZ LAMUS
En esos momentos difíciles de la vida, el verdadero amor aflora. ¡Qué linda poesía!
Me alegra su recuperación. El tiempo fue excelentemente utilizado.
Su poesía destila pasión, caridad, amor, sentimiento y ganas de vivir con el ser amado.
Un abrazo,
Alcides Antonio Jáuregui Bautista
Noticiero del Llano
Villavicencio
Para mi bardo amigo un afectuoso abrazo de colega y de amigo. Me alegra mucho su recuperación, doctor Óscar Humberto, y que retome esa pluma nuevamente para bien de Santander, pero sobre todo de sus amigos, que lo admiramos y lo apreciamos en lo que vale.
José Manuel Guaracao González, abogado
Hemos extrañado tu silencio. Ahora me entero por tu bien rimado poema que estuviste enfermo.
Atentamente,
RASEPRA
Sencillamente hermosa. Se siente la magia del amor.
¡Qué poema tan hermoso! Aunque nunca había tenido la oportunidad de manifestártelo, te percibo, en esencia, como un artista. Si bien eres un afortunado al contar con una mujer de las calidades de Nylse, no son muchos los espíritus sensibles que vibran ante un hecho que parece elemental como es la respuesta solidaria de un cónyuge en un momento de enfermedad o de adversidad. Te felicito por tu inspiración y también por contar con una compañera como Nylse.
Con afecto,
Juan José