Ser señor, para ser don,
Es requisito infaltable,
Y está muy mal que se hable
Con tal honor de un hampón.
Ni el funcionario ladrón,
Ni las personas no fiables
Tienen un tris de honorables
Y dones, claro, no son.
Empero, tal condición
Hoy la otorga esta nación,
Cual si fuese alguien notable,
A cualquier ser detestable,
Y esa actitud condenable
Incita a su imitación.
No se sorprendan después
Si ven la Patria al revés.