Camello. Nombre que algunos funcionarios le dan a su trabajo normal o a sus tareas adicionales, dando a entender que se sacrifican mucho en sus labores
Conejo. Es lo que hacen muchos empleados que no cumplen con lo que prometen
Culebra. Funcionario ponzoñoso y rencoroso con sus jefes y compañeros.
Elefante Blanco. Obra contratada por el Estado que nunca se termina y que da lugar a constantes incrementos y exagerados e ilegales gastos adicionales
Ladilla. Empleado que es un verdadero parásito que fastidia a todos en la empresa.
Lagarto. Funcionario que en ejercicio de sus funciones vive buscando aumentos, ascensos, traslados, comisiones o viajes al exterior que no se merece.
Lora. Funcionario que habla, habla y habla, pero no dice nada concreto.
Mico. Término empleado en el Congreso para calificar las adiciones improcedentes que se le hacen en el último momento a los textos parlamentarios.
Mula. Es el empleado público de cualquier nivel que hace todo lo contrario de lo que debe hacer; que no da ningún resultado positivo en el desempeño de sus funciones.
Oso. Es el ridículo que hacen, en sus cargos, muchas autoridades públicas.
Perezoso. Apreciado corresponsal servidor público que nunca responde ni comenta mis correos.
Perro. El funcionario que dice u ofrece una cosa y hace todo lo contrario.
Rata. Todos los empleados públicos que se aprovechan del cargo para jalarle permanentemente a la corrupción, robándose los presupuestos y bienes del Estado.
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ILUSTRACIÓN: Pedro Jesús Vargas Cordero
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ADOLFO CLAVIJO.— Brigadier General (R) del Ejército Nacional. Ex Decano de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Militar Nueva Granada y ex Rector de esa alma mater. Autor de varios libros.
