Érase una tierra sin dolores,
Donde la gente toda sonreía,
Donde a nadie con hambre se veía,
Ni había odio, ni envidia, ni traidores;
Érase una tierra de colores,
Donde el rojo era rojo de alegría,
Donde era el amor filosofía
Y brillaba la bondad con resplandores;
Érase una tierra de mil flores,
De fuentes y de pájaros cantores,
En donde la violencia no existía;
Érase una tierra de valores,
Por eso eran sus seres los mejores,
¡ Y no era aquella tierra una utopía !