Arco iris de la vida
que con todos sus colores
me pintara los paisajes
de mi loca juventud.
Siempre un tango habló a mi herida
apagando los rencores
y con todos mis amores
viví siempre a plenitud.
Conocí de los amigos
que se venden por el cobre,
de las bocas que fingían
esos besos que dan miel,
de la gente que desprecia
la amargura de ser pobre
y al final de mi camino…
¡Solo a mí yo me fui fiel!
Solo creo en el Dios santo
que dirige mi camino
y escuchando Mano a mano
me gradué en algún burdel.
Me erigí de la pobreza
desafiando mi destino,
y hoy no creo en la belleza
porque todo es oropel.
Hoy no quiero que me hablen
de poderes y riquezas
porque solo con el vino
endulcé la amarga hiel;
pues vendieron como Judas
mi amistad y mi nobleza
y al final de mi camino
¡Solo a mí yo me fui fiel!
Napo.
Waukegan, Illinois (USA), 12 de enero de 2014.