Hoy es el Día Mundial del Medio Ambiente, celebración que busca fomentar e impulsar la sensibilización de la humanidad y llevar un mensaje motivador a las personas para que se conviertan en agentes activos del desarrollo sostenible y equitativo.
Al referirnos a algo tan primordial como es el hábitat, el ambiente que ocupa una población como sitio de vida que reúne las condiciones adecuadas para que la especie pueda vivir, debemos tomar conciencia del eminente peligro que existe en la conservación de la naturaleza básica, para la subsistencia de todo ser vivo. No podemos seguir actuando indiferentes al riesgo de perder las pocas especies que aún subsisten, entre ellas el hombre.
Las ideas de conservación deben nacer de nuestro proceder, cambiar nuestras conductas y aprender nuevas formas y criterios a la luz de la conservación, con el mejoramiento de lo que hemos dañado.
Sufre nuestra área metropolitana por el ansia de poder de quienes, habiendo logrado posiciones de dirección, se quieren empoderar como los paladines de la verdad y absolutos dueños de decisión, que solo por no aceptar razonamientos contradicen a su adversario, que no es de ideas, sino de casa política.
Claros ejemplos como: la tala de un frondoso árbol de más de treinta años, ubicado en sitio estratégico, era parte de nuestro agonizante pulmón; el fallido intento de talar unos árboles en el Barrio Diamante II; el desconocimiento al querer ciudadano en lo proyectado en predios adjuntos a institución educativa tradicional de Bucaramanga; la ambición de extracción de oro por parte de multinacionales, en territorio productivo del elemento capaz de generar vida: el agua; las podas chambonas de los arboles, por parte de obreros con necesidades laborales, pero sin conocimiento de un oficio tan delicado; la libre circulación de vetustos vehículos que emiten polución en cantidades alarmantes; la proliferación de ventas ambulantes, con sonidos estridentes, capaces de desequilibrar a los más tranquilos ciudadanos; la forma como se comportan ciudadanos al arrojar basura en la calle y otros en alcantarillas; la socavación de taludes; el lavado tradicional de vehículos; y todo ello con la complacencia de la autoridad.
Se debe de apoyar a las instituciones que propenden por un ambiente sano, pleno en desarrollo natural, no medio; con equilibrio del ecosistema; sin ínfulas de poder; iniciar proceso con los niños de todas las instituciones educativas; ser coherentes entre lo que promulgamos y lo que hacemos, ya se sabe que el mejor medio de enseñanza es el buen ejemplo.
Ya hay un avance, al definir un día como estandarte de concientización; labor que se debe de seguir en los restantes y ser persistentes; aplicar la escasa normatividad debe de ser la tarea de las instituciones gubernamentales y no dedicarse a defender solamente lo que les corresponde para sus cuotas burocráticas. Abrazar y defender el ambiente completo.
Posdata: Gracias a quienes me han colaborado en la actividad cultural-deportiva desarrollada a favor del único patrimonio intangible de Santander: EL BOLO CRIOLLO.
HÉCTOR HERNÁNDEZ MATEUS. Reportero gráfico y columnista; dirigente cívico y deportivo; conciliador en Equidad del Tribunal Superior de Bucaramanga.
Héctor Hernández Mateus
lo saludo atentamente,
interesa que toquemos
el tema del medio ambiente.
El medio ambiente es la vida
lo que hacemos y pensamos,
es darle la bienvenida
al aire que respiramos.
Fundamental el ambiente,
aparte de bello adorno,
es salud de nuestra gente
y bienestar del entorno.
Bien por traer este tema
mi estimado rey del bolo,
siga con la pluma ajena
que en eso usted no está solo.