Allá en el patio casero
Con uñas de danta bordado,
En lindas noches de luna
Y el firmamento por manto,
Mientras sonaba la orquesta
Grabada en un acetato,
Bailaba el porro y la cumbia,
El periodista Emiliano,
Con sombrero en la cabeza
Y su libreta agitando,
Pues solo podría la chiva
Lograr que perdiera el paso.
De Cartagena de Indias
Llegó a esta tierra Emiliano,
Trayendo consigo el mar,
Las palmeras y el pescado,
Las brisas de su Caribe,
Las maracas y los cantos
Con los que desde la cuna
Le enseñaron su pasado,
Ayer de arena y murallas,
De gaitas, de condenados
Que pagaron con sus vidas
El no aceptar ser esclavos.
Recuerdo bien su donaire,
El amor por su trabajo,
Las gafas sobre la frente,
la prisa en su caminado,
Su don de gentes, su verbo,
La exquisitez del relato,
A su señora María
Su rico arroz cocinando,
A Libia, Magda y Consuelo,
Su hogar reducido a un cuarto:
La sencillez de su vida,
Que fue su más grande encanto.
Que el guepajé sea en el cielo
Su premio, don Emiliano.
Muy bueno Óscar Humberto recordar a estos personajes que dejaron huella en el periodismo. Adelante, Óscar Humberto, que tiene mucho trabajo por hacer. Un abrazo. Alfonso Tarazona
Tuve el honor de trabajar con él, cuando hacía mis prácticas en RCN, en Radio Santander, cuyas instalaciones estaban ubicadas en un edificio situado en la esquina de la carrera 15 con calle 33 de Bucaramanga; aún era niño, no alcanzaba a tener 18 años cumplidos (la mayoría de edad en ese entonces era a los 21 años); la práctica que realicé en aquella ocasión, sin que estuviera incluido en nómina, se debió a la gentileza de mi amigo, el zapatoca Rafael Serrano Prada, Director del Noticiero. Me acuerdo que laboraban allí: Armando Niño Colmenares “ARNICOL” y el “Negro Grande de Colombia” José Antonio Churio. Emiliano Romero Paredes fue buen amigo y muy dedicado a su trabajo. Todas esas aventuras forman parte de mi segunda novela “PELEKIS”. Dr. Óscar Humberto: esa poesía me gustó muchísimo, le felicito y ya forma parte de mi Diario 2016. Abrazos.
Divino está su relato, que en forma de poesía, con maestría y encanto, llega al alma de cualquiera ese alegre viejo querido llamado don Emiliano. Gracias, Oscar Humberto, por la exquisitez con que manejas la pluma. Un abrazo. Luis Alfredo.
Una hermosa y simpática manera de evocar la personalidad de Emiliano Romero Paredes, persona a quien recordamos con inmenso cariño. Gracias. Un abrazo!!!