Definitivamente hay hombres a quienes la adversidad los desalienta hasta la autodestrucción y hombres que enfrentan los golpes con verdadera hombría. Golpes terribles como el de perder la vista, por ejemplo. Un revés que para cualquiera fácilmente significaría el fin. No lo fue, sin embargo, para el catedrático opita y Magister en Educación Farid Antonio Campos Polanía. Para denotar a aquellos que se crecen ante la adversidad, hoy se habla en Psicología de resiliencia. Antes se hablaba de temperamento colérico. Como ejemplo de tales personas es mencionado el eximio autor de esa obra inmensa que se llama Los miserables. “Hace casi dos mil años -se lee en la Enciclopedia de la Psicología- Hipócrates formuló una teoría de la personalidad basada en cuatro temperamentos: melancólico, colérico, sanguíneo y flemático. De acuerdo con los datos biográficos y a modo de ejemplo, Víctor Hugo habría sido un hombre colérico, a quien los conflictos, en vez de abatirlo, le daban ocasión de manifestar su fuerza y poder” (Enciclopedia de la Psicología, tomo II. Editorial Océano. Barcelona. 1998, p. 346).
Pues bien: el profesor Campos Polanía es uno de los ejemplos nuestros, de los ejemplos de superación que da este país tan injustamente desacreditado por sus malos hijos. Un país que da hombres como este huilense de pura cepa que, en lugar de abatirse y echarse a morir porque ya no volvería a ver, se le midió, paradójicamente, al noble oficio de escritor y a seguir iluminando a su pueblo con sus enseñanzas y aportes intelectuales.
Patrocinado por la Corporación Universitaria del Huila, Farid Antonio Campos Polanía, quien ya nos había obsequiado, entre otras obras bibliográficas, una estupenda semblanza de ese gran colombiano que fue el novelista y poeta José Eustasio Rivera, también oriundo de la tierra huilense, decidió adentrarse en la investigación de lo que fue el pensamiento prístino, y hoy en día deformado al acomodo de los intereses que pretenden utilizarlo, del extraordinario militar, político y escritor latinoamericano Simón Bolívar. Sí, de ese Simón Bolívar de cuyo nombre todos quieren apropiarse, de quien todos hablan para bien o para mal, pero a quien casi nadie en realidad conoce.
El profesor Campos Polanía optó por el Método Histórico-Crítico, el empleo de un instrumento denominado Análisis de Sensibilidad, y algunos elementos de una disciplina que él estudió y en la cual obtuvo un diploma de post-grado: la Prospectiva.
El libro se titula Auténtico, vigente y prospectivo pensamiento bolivariano” y trae como subtítulo el siguiente:“Doscientos años de equivocaciones en su desarrollo han dejado gran brecha que reclama perentoriamente la aplicación de su auténtico pensamiento”.
Muchas cosas llaman la atención del lector. Por ejemplo, el hecho de que los marxistas se hayan apropiado del nombre del Libertador, cuando, al contrario, Carlos Marx lo que escribió acerca de él fue que Simón Bolívar era “el canalla más cobarde, brutal y miserable”. En carta dirigida a Federico Engels, el fundador del Materialismo Histórico dice: “La fuerza creadora de los mitos, característica de la fantasía popular, en todas las épocas ha probado su eficacia inventando grandes hombres. El ejemplo más notable de este tipo es, sin duda, el de Simón Bolívar”.
Al respecto, anota Campos Polanía: “No podemos menos que expresar que resulta insólito un texto histórico tan prejuiciado como el escrito por Marx sobre Bolívar. (…) ello pone de relieve los errores de mezclar la ideología con la historia. (…) ¿Qué dirán los que vinculan a Bolívar como émulo de los movimientos revolucionarios, resultado del materialismo dialéctico?”.
El autor nos pasea por diversos escenarios y episodios, como el del Juramento en el Monte Sacro, texto que transcribe completo y que resulta, como lo califica él, “deslumbrante”. A mí, en lo personal, me pareció impresionante, incluso en alguna forma sobrecogedor. Definitivamente, el General Bolívar era no sólo un hombre culto, sino un orador magnífico.
Y un estupendo escritor, claro está. No es sino leer, para comprobarlo, el Manifiesto de Cartagena, el Manifiesto de Carúpano, la Carta de Jamaica, Mi delirio sobre el Chimborazo y los demás escritos del Padre de la Patria que el profesor Campos Polanía inserta textualmente en su obra.
Por supuesto, allí está también el Bolívar-hombre, el que le escribía a Manuela Sáenz “Cartas románticas, tiernas y apasionadas”, como las titula el educador opita.
Y está, desde luego, la Última Proclama, aquella pieza literaria inmortal que pronunciara, ya agobiado por la enfermedad y la proximidad de la muerte, en la Quinta de San Pedro Alejandrino.
Pero acaso lo más importante de la obra del distinguido hombre de letras huilense sea el “Legado del pensamiento bolivariano a los sistemas económico, político y social de la posmodernidad”.
En efecto, y como remata Campos Polanía, “Bolívar, con su enfoque prospectivo, fue, es y será parte esencial del pensamiento universal, y por eso puede ser referente de todos los sistemas sociales, económicos y políticos del mundo, sin permitir la manipulación para intereses condenables.
Siendo fiel a la realidad y a la ética del devenir histórico, se puede afirmar que Bolívar, esa persona humana, puede contener las virtudes y algunos defectos de los latinoamericanos, pero la diferencia está en que él fue un genio que todavía da destellos de futuro. Se convirtió en la memoria viviente de América”.
Ficha técnica: CAMPOS POLANÍA, Farid Antonio. Auténtico, vigente y prospectivo pensamiento bolivariano. Corporación Universitaria del Huila. CORHUILA. Diseño y diagramación: CREART. Guillermo Avilés López. Impresión y acabados: Roa Impresores. Neiva. 2011. ISBN: 9789584483638. 286 p.p.