LAS MUJERES EN LA FILOSOFÍA. EXORDIO. Por Óscar Humberto Gómez Gómez, Miembro de la Academia de Historia de Santander y del Colegio Nacional de Periodistas.

 

Mi hija me lo contó y yo reaccioné de inmediato, casi que con ansiedad, rectificando a aquel profesor de Filosofía del que me hablaba y diciéndole con énfasis que lo que él decía no era cierto.

Ese día descubrí, mirando el rostro ingenuo y crédulo de la niña, con cuánta irresponsabilidad en este país se nombra a veces como profesores a personas incompetentes y con cuánta facilidad estos, aprovechando su inmerecida autoridad, enfatizan y perpetúan estereotipos de vieja data frente a un auditorio cautivo y acaso preocupado tan solo por aprobar una asignatura.

No existieron mujeres filósofas; todos los filósofos fueron hombres”. Esta fue la frase que, con sorna, les había dicho el profesor —que no el maestro, por supuesto— a aquellas estudiantes de bachillerato de aquel prestigioso colegio privado, auditorio cautivo de un ignorante con ínfulas de sabio.

Mi hija me contó además que, a renglón seguido y pretendiendo ser chistoso, el descachado instructor de Filosofía había rematado la precitada frase con otra perla peor, pronunciada con la misma sorna con que había dicho la anterior: “Y no hubo mujeres filósofas porque las mujeres no piensan“.

Lamentablemente, mi hija fue una de las pocas alumnas que no le celebró con una carcajada una frase tan estúpida.

¡Eso no es cierto, nena!—le dije ocultando mi molestia —. ¡Claro que existieron mujeres filósofas! Y enseguida le mencioné, a manera de ejemplo, a las primeras mujeres filósofas de la Antigüedad que se me vinieron a la cabeza.

Hoy, muchos años después, he rememorado aquella lejana escena hogareña y he decidido abordar el tema aquí, en este portal, y concretamente en este espacio del mismo, que precisamente ha sido abierto dentro de él para dedicárselo a la Filosofía.

 

 

He de advertir, ante todo, que aunque la lista de mujeres filósofas es considerable, lamentablemente la sociedad machista imperante las desconoció en su momento y debido a ello no se conserva —salvo muy contadas excepciones— memoria escrita de su pensamiento. Por eso, de ellas, de las mujeres que se dedicaron a la Filosofía, generalmente solo se tiene noticia por referencias, casi siempre marginales.

Pero lo más grave es que esa misma sociedad machista, perpetuada hoy en las más diversas latitudes del orbe, las sigue ignorando o minimiza su importancia y la trascendencia de sus ideas.

 

 

En fin, quedan para una reflexión preliminar, antes de dar inicio a la que no pretende ser otra cosa que una modesta miniserie de entradas sobre “LAS MUJERES EN LA FILOSOFÍA“, las palabras del connotado escritor italiano Umberto Eco:

No es que no hayan existido mujeres que filosofaran. Es que los filósofos han preferido olvidarlas, talvez después de haberse apropiado de sus ideas“.

 

Ruitoque, Mesa de las Tempestades, Área Metropolitana de Bucaramanga, viernes 19 de enero de 2018.

 

 

[ILUSTRACIÓN: MUJER LEYENDO JUNTO A UNA VENTANA. Óleo sobre lienzo. Delphin Enjolras (pintor francés, 1857 – 1945)].

 

[CONTINUARÁ. Próxima entrada: CAPÍTULO I]

 

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