Cobrar sin nada haber hecho,
Cual cierta empresa lo hacía,
Solo risa producía
En un rufián del derecho,
Mientras que otro en su lecho
Cavilaba, no dormía,
Y poco a poco moría
De ver su mundo deshecho.
Pero, ¡ay, moral trastocada!
No le sucede a aquel nada,
Salvo seguir escalando;
En cambio, este, hombre honesto,
Termina muerto, y bien presto
Todos lo van olvidando.
Si no va a una celda el ladrón,
Prepara la tuya, Nación.