La calle. Por: Óscar Humberto Gómez Gómez

CALLE

 

Cada vez que tú pasabas,
con tu preciosa sonrisa,
movía tu pelo la brisa
y a la calle luz le dabas.

Si iba yo a donde estabas,
allí cesaba mi prisa,
pues con tu cálida risa
mis angustias serenabas.

Si conmigo te cruzabas,
apenas me saludabas
con frase breve y concisa,

pero aunque ni me mirabas,
ni mucho menos me hablabas,
ya te amaba, poetisa.

 

CALLE

 

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